Mientras Europa avanza en su investigación para sacar a la luz un posible caso de competencia desleal por parte de China, los representantes asiáticos ponen en tela de juicio las verdaderas intenciones que hay tras todo esto.
Los coches eléctricos fabricados en China ya hace tiempo que revolucionaron el mercado europeo, ya que sus precios son tan bajos que, según los fabricantes norteamericanos y de nuestro continente, es imposible equipararlos.
Esto ha dado lugar a una constante variación en los costes finales de muchos modelos, que han visto como el stock llegado desde Asia se estaba haciendo con una cuota de mercado como nunca antes se había visto.
China tiene unos precios "demasiado bajos"
Y no sólo ocurre con los modelos cero emisiones, sino que también con el resto, pues algunos meses vimos al MG ZS liderando el ranking de matriculaciones en España.
Otras muestras evidentes del poderío chino son el hecho de que el país haya superado a Japón como exportador de automóviles, algo que no ocurría desde que se tienen registros, así como la privilegiada posición que ocupa BYD como vendedor de coches enchufables.
Eso sí, sin contar los híbridos de tipo PHEV, Tesla sigue al mando en cuanto a matriculación de coches 100% eléctricos se refiere.
Ante este escenario, la Unión Europea plantea una posible aplicación de aranceles a aquellos coches que lleguen desde China. Ante la lentitud de Bruselas, ya hay territorios que han puesto coto a los vehículos que no se fabriquen en Europa.
Y es que Francia ya no permite la acogida a sus incentivos estatales para la compra de coches eléctricos a cualquier modelo. Lo que dice su normativa es que tienen que cumplir una limitación de emisiones, también en las fases de producción, y ahora mismo sólo la cumplen los automóviles que se fabrican en Europa, en términos generales.
Esa estrategia permite equiparar precios a todas las marcas, y esconde lo que para los fabricantes chinos y sus representantes es un principio de proteccionismo, que de una forma u otra se quiere extender por el resto de Europa.
Todo para acabar con lo que se cree que ha sido una estrategia gubernamental, dotando de subvenciones excesivas a los fabricantes de coches, lo que permite que ahora vendan sus vehículos en Europa a unos importes que señalan como "por debajo de mercado".
El último en entrar en escena ha sido Shi Yonghong, vicepresidente de la Cámara de Comercio de China para la Importación y Exportación de Maquinaria y Productos Electrónicos, quien asegura que Europa está realizando una investigación "poco objetiva".
Entre sus argumentos, Yonghong dice que la medida "viola las normas del comercio mundial" y que se han escogido deliberadamente marcas como BYD, Geely y MG, dejando fuera de la investigación a otras como Tesla y Dacia, que se aprovechan de la cadena de suministro más barata de China, donde fabrican parte de su producción.
Eso, hace que se "contamine" todo el proceso y que las conclusiones muestren unos resultados diferentes a la realidad.