Coches eléctricos y compartidos que suministran energía a la red: esta es la primera ciudad europea que lo consigue

La tecnología ‘Vehículo a red’ (V2G) da la posibilidad de sacar partido económico a los coches eléctricos, pero todavía no se aplica a gran escala.

Renault V2G
Ya se han desplegado los primeros 50 Renault 5 de la flota compartida.
07/06/2025 05:30
Actualizado a 07/06/2025 05:30

Las posibilidades de los coches eléctricos van mucho más allá de los automóviles en sí mismos. Por su naturaleza, es factible verlos como baterías con ruedas, ya que en muchos casos cuentan con tecnología que les permite, además de recargarse con electricidad, ejercer como suministrador tanto para electrodomésticos o dispositivos móviles, como para la propia red.

Esto último es lo que se denomina como tecnología ‘Vehículo a red’, V2G por sus siglas en inglés (Vehicle to Grind). No son muchos los modelos que disponen de esta función, pero cada vez son más y es extremadamente útil, ya que permite recargar el vehículo cuando el precio de la electricidad es bajo, para luego devolverla la red cuando es alto, “vendiéndola” para ganar dinero en el proceso.

Renault V2G 1
Con 500 coches se cubre el 10 % de la flexibilidad energética necesaria de la región.

La primera ciudad en implantar un sistema así a gran escala

El problema es que, al ser una tecnología que todavía no está muy extendida, solo se implanta a nivel particular e incluso los que tienen un coche con estas características tienen que enfrentarse a problemas relacionados con las normas fiscales, que no están adaptadas a esta nueva realidad. Ahora, Renault ha querido llevar esta tecnología a gran escala e implantar un sistema de este tipo en una ciudad: Utrecht.

Renault Group, MyWheels, We Drive Solar y el ayuntamiento de la ciudad han unido fuerzas para poner en marca el primer servicio de coche compartido de vehículo a red a gran escala de Europa: Utrecht energized.

La elección de este lugar no es fortuita, se ha tomado porque en ella el 35 % de los tejados ya cuentan con paneles solares. De esta manera, la energía que captan se puede almacenar dentro de los vehículos eléctricos que, luego durante las horas punta, pueden devolverla a la red local. Esto supone un ahorro, pero también sirve para tener durante las 24 horas del día energía renovable a disposición.

El despliegue inicial del sistema se está llevando a cabo con 50 unidades del Renault 5 E-Tech que están disponibles a través de un servicio de coche compartido gestionado por MyWheels, aunque cuando esté completo serán 500. Estos cuentan con la tecnología de carga bidireccional V2G desarrollada por Mobilize, que es la primera vez que está disponible en infraestructuras públicas. Según los cálculos de las compañías involucradas, con solo este medio millar de coches, se puede “proporcionar el 10 % de la flexibilidad necesaria en la región de Utrecht para equilibrar la electricidad generada por energía solar y eólica en horas punta”.

Más adelante está previsto que se amplíe la flota con otros modelos eléctricos E-Tech, con el objetivo de aumentar progresivamente la capacidad energética de la misma. Actualmente, dentro del Grupo Renault, además del R5, otros vehículos que disponen de esta tecnología son los Alpine A290, Renault 4, Renault Megane y Renault Scenic.

El problema de la tecnología V2G

El potencial de esta tecnología es enorme, pero todavía no está lista, no desde un punto de vista técnico, si no burocrático.

En su comunicado, Renault expone que “si bien la tecnología está lista para el mercado y ofrece beneficios significativos (incluida flexibilidad de la red, menores costos de energía para los propietarios de vehículos eléctricos y un menor costo total de propiedad), para liberar este potencial es necesario superar las barreras regulatorias y técnicas actuales”.

La complejidad de las tarifas eléctricas y la necesidad de establecer un marco legal en el que incluir esta tecnología es lo que está frenando su implantación.

Jérôme Faton, director de Mobilize Energy, ha declarado: “Para aprovechar al máximo el potencial de la V2G, necesitamos derribar las barreras existentes, desde la adaptación de las normas fiscales y las tarifas de la red hasta la promoción de la interoperabilidad y la simplificación de los procesos de certificación. Con la alineación adecuada, la V2G puede convertirse en una piedra angular de la red del futuro”.