frenar la llegada de coches eléctricos chinos mediante la aplicación de aranceles específicos a la exportación. Cada coche eléctrico fabricado en China y vendido en el Viejo Continente tiene que pagar impuestos adicionales y especiales por ello. Si bien la medida, en vigor desde el pasado mes de octubre de 2024, ha frenado los intereses comerciales de algunas marcas, no han tenido una gran incidencia para otras. Cada vez son más los coches eléctricos chinos que circulan por nuestras carreteras.
En BYD han dado con la fórmula para escapar a dichos aranceles. De hecho, ha encontrado varias, pero ahora mismo acaba de activar la última de ellas. BYD es un gigante de la industria. Fabrica y vende más coches eléctricos que ninguna otra marca en el mundo. Los chinos cuentan por decenas sus fábricas y barcos que producen y transportan sus vehículos por medio mundo. BYD ya ha dejado claro que quiere fabricar coches en Europa. El próximo año empezará a hacerlo en su primera planta europea, localizada en Hungría, aunque los planes han sufrido pequeños retrasos.

China mete presión a Europa con nuevas exportaciones
La segunda factoría europea se instalará en Turquía, aunque siendo estrictos no es Europa. A pesar de ello, con su origen turco los coches eléctricos de BYD vendidos en el Viejo Continente no tendrán que pagar los aranceles ya que el Parlamento Europeo, ya sea por incompetencia o laxitud, no ha tenido en cuenta la producción en otros países del mundo. De eso es de lo que ahora se está aprovechando BYD. Su fábrica de Tailandia ya ha producido los primeros BYD Dolphin Surf con volante a la izquierda para Europa. Los mismos que ya han sido cargados en un barco con destino a los puertos de la región.
El pasado lunes los de Shenzhen anunciaron que la fábrica de Tailandia ya ha exportado oficialmente el primer lote de coches eléctricos para Europa. Un total de 900 Dolphin Surf que serán vendidos en los concesionarios de Gran Bretaña, Alemania y Bélgica. La operación de exportación se ha llevado a cabo con el BYD Zhengzhou con capacidad para transportar miles de coches en un solo viaje. En los últimos años BYD se ha construido su propia flota de transbordadores que recorren los océanos cargados de coches.

El hecho no ha pasado desapercibido para Europa en plena guerra comercial con Estados Unidos y China. Tras pactar impuestos especiales con el Gobierno de Donald Trump, los chinos buscan un acuerdo particular para sus vehículos. Se espera que a la vuelta de la temporada estival China y Europa sellen un pacto que permita mejorar las condiciones arancelarias a las que ahora se enfrentan las marcas. El primer lote de vehículos de BYD producidos en Tailandia para el Viejo Continente es una medida de presión que demuestra que los chinos pueden escapar a los aranceles de múltiples maneras.