China ha despertado. El Gigante Asiático ha llegado a la industria del automóvil con una fuerza arrolladora que amenaza el tradicional status quo del mercado. Las marcas chinas, financiadas en gran medida por el Gobierno, han recortado terreno rápidamente. Las compañías tradicionales temen, con razón, verse desplazadas por un mercado que ya no entiende de fidelidades. El precio es el gran enemigo de las marcas y por ello la tendencia natural son las fusiones. Hyundai y General Motors acaban de sellar una alianza increíble y transcontinental que nunca antes habíamos imaginado.
El verdadero problema al que se enfrentan marcas como General Motors, Hyundai, Volkswagen o Renault es que los chinos son capaces de desarrollar, fabricar y vender sus coches en menos tiempo y por mucho menos dinero. Casi todas las marcas se están adaptando al frenético ritmo chino recortando plazos y, en la medida de lo posible, reduciendo los precios. Sin embargo, los conductores no lo perciben así. Los coches son cada vez más caros, mientras que China hace todo lo posible para bajarlos, al menos en su propio terreno de juego.

Coches para el continente americano, tanto sur como central y norte
China es el mayor mercado del mundo. En 2024 vendieron más coches nuevos que Estados Unidos y Europa juntos. Más de 34 millones de vehículos matriculados en un plazo de 12 meses, la mayoría, como no, chinos. Las marcas tradicionales, tras años de presencia, se han visto relegadas. Fuera de las fronteras del país la presencia de marcas chinas es cada vez más amenazante no sólo en Europa, también en América Central y en América del Sur. Firmas como BYD están ganando mucho protagonismo rápidamente dado que en estas regiones no tiene que hacer frente a aranceles como los americanos o europeos.
Allí pueden disponer de precios más competitivos que seducen a los locales, acostumbrados a versiones baratas de productos europeos. La firma del acuerdo que hoy han sellado Hyundai y General Motors tiene como objetivo fabricar cuatro coches diferentes para América Central y Sur, un SUV compacto, una berlina, una pick-up y una camioneta mediana, tanto de combustión interna como híbridos. Una quinta unidad 100% eléctrica se sumará a la familia, pero esta sólo estará disponible en Estados Unidos. La directora ejecutiva de GM, Mary Barra, y el presidente de Hyundai Motor, Euisun Chung, han puesto su firma en el contrato.

Ambas empresas se repartirán el trabajo. General Motors se encargará del desarrollo de la plataforma de las camionetas. Hyundai liderará los trabajos de desarrollo de los vehículos compactos y de la furgoneta eléctrica. Los primeros resultados serán visibles en 2028, año en el que está previsto que se dé el pistoletazo de salida al lanzamiento comercial. Hyundai y GM esperan que las ventas de los vehículos desarrollados conjuntamente superen los 800.000 vehículos al año una vez que la producción esté completamente ampliada. De forma paralela, GM ha declarado que el mercado europeo es de suma importancia y que pronto habrá novedades.