Fastned es una compañía neerlandesa especializada en carga rápida y ultrarrápida para coches eléctricos. Nacida hace más de una década en Países Bajos, se ha convertido en uno de los operadores de referencia en Europa gracias a sus estaciones de alta potencia, siempre ubicadas en lugares estratégicos y con un diseño de sus estaciones muy característico.
Con España ya integrada como uno de sus mercados clave dentro de su expansión europea, en Híbridos y Eléctricos hemos hablado con Inma Cima, Country Manager de Fastned en España, para conocer de primera mano los planes de la compañía en nuestro país, el despliegue de su red de electrolineras, su apuesta por la carga de hasta 400 kW y las dificultades que impone la burocracia a la hora de acelerar la infraestructura de recarga.

Pregunta: Para empezar, ¿cuáles son los grandes objetivos de Fastned a nivel global de aquí a 2030?
Respuesta: Nos hemos marcado el objetivo de llegar a 1.000 estaciones de carga en 2030. Hoy tenemos unas 360 operativas y unas 240 en proceso, así que estamos en algo más de 600. Eso significa que, en los cuatro o cinco años que quedan hasta 2030, todavía tenemos que poner en marcha alrededor de 400 estaciones más para cumplir el plan.
P: ¿Y cuáles son los planes para España dentro de esa estrategia?
R: España es el noveno país que se incorpora a la red de Fastned y uno de los más recientes: empezamos aquí hace dos años y medio. Es un mercado muy distinto a Países Bajos, que es de donde venimos. Allí es un país compacto, todo el mundo se mueve en coche y hay mucho tráfico por carretera.
En cambio, España es 12 veces más grande, la población se concentra en grandes ciudades y utilizamos mucho el tren para desplazarnos, así que el tráfico en autopistas es mucho más bajo. Con ese contexto, nuestro objetivo es que en 2030 queremos que pueda cruzar España en coche eléctrico usando solo nuestra red, y eso se traduce en unas 80 estaciones Fastned en 2030, siempre que la administración y las licencias nos lo permitan.
P: En Fastned habláis de “dar libertad” al conductor eléctrico. ¿Cómo se traduce eso en vuestro modelo de estación?
R: Fastned nació hace 13 años con una premisa muy clara: dar libertad al conductor de coche eléctrico. Todo nuestro modelo de negocio y de servicio se construye alrededor de esa idea.
Para nosotros, dar libertad es cargar muy rápido, poder pagar con tarjeta sin necesidad de app, estar en un entorno agradable y contar con un diseño tipo “drive-thru”, donde no tengas que maniobrar raro para entrar o salir. Desde el primer día nos hemos enfocado en la carga de alta potencia: lo que antes era ultrarrápido eran 50 kW; hoy hablamos de 150 kW hacia arriba y ya estamos instalando cargadores de 400 kW y probando las últimas tecnologías, para que nuestras estaciones den servicio al coche eléctrico de hoy, pero estén preparadas para el de mañana.
P: Acabáis de inaugurar dos nuevas estaciones en Barcelona. ¿Qué características tienen?
Ima: Sí, en Barcelona tenemos dos estaciones de alta potencia situadas a ambos lados de la C-32, con un total de ocho puntos de carga en cada sentido. Son cargadores de hasta 400 kW por punto: son cuatro cargadores con dos conectores cada uno, lo que nos permite balancear la potencia según las necesidades. Si llega un coche capaz de cargar a 400 kW, puede hacerlo usando un solo conector sin problema.
P: Hablemos de precios. ¿En qué rango se sitúa Fastned en España?
R: Como las estaciones ya están abiertas, el precio en España es de 0,59 €/kWh. Si miras solo la carga ultrarrápida, estamos en un precio medio: hay operadores por encima y otros algo por debajo. Además, tenemos una suscripción Goldmember, por 11,99 euros al mes, el precio baja a 0,41 €/kWh. Poder cargar a 0,41 €/kWh en puntos de hasta 400 kW es una propuesta muy competitiva.
P: ¿Cuáles son las próximas localizaciones donde vamos a ver nuevas estaciones?
R: Te puedo hablar por regiones. Cataluña es estratégica para nosotros porque es la puerta de entrada de Europa: todos los conductores que vienen de Francia se encuentran primero Cataluña, y allí la penetración del vehículo eléctrico es mayor que en España. Hoy tenemos cinco proyectos en desarrollo en Cataluña.
También estamos trabajando en unos cinco proyectos en la Comunidad de Madrid y tenemos proyectos en Murcia, Andalucía y Alicante. En esta primera fase, básicamente hemos seguido al tráfico, que al final es donde están nuestros usuarios. Y a medida que vaya creciendo la penetración del coche eléctrico, iremos ampliando estas zonas prioritarias.

P: Uno de esos proyectos es la estación de Casarrubuelos (Madrid), anunciada hace tiempo. ¿En qué punto está?
Ima: Sí, Casarrubuelos es uno de esos proyectos y es un buen ejemplo de su complejidad administrativa. En cada estación nos encontramos con una diversidad enorme de competencias: nacionales, autonómicas y municipales.
Hay ayuntamientos pequeños sin personal técnico suficiente, otros que no tienen este tipo de instalaciones contempladas en sus planes urbanísticos porque somos un sector nuevo, y eso retrasa mucho los plazos. Al final, cada proyecto es casi como empezar de cero con cada administración y tramitar todas las afecciones posibles.
P: Has mencionado varias veces la burocracia. ¿Hasta qué punto está frenando el despliegue de la recarga en España?
R: Muchísimo. Es todo muy lento y es un problema serio. El sector privado lo está sufriendo: hay operadores que han desacelerado su inversión en España y se están yendo a otros países europeos donde los plazos y costes son conocidos y se puede planificar.
Aquí, en proyectos como el de Garraf, hemos estado dos años y medio o tres para poder abrir la estación. Y hemos tenido relativamente suerte, ya que una vez construida, logramos la conexión a la red en seis u ocho meses. Conozco casos de estaciones que llevan año y medio esperando solo la conexión, con la obra terminada.
¿Qué pasa? Que cuando llega esa conexión, la estación ya está obsoleta tecnológicamente. Es un sector que evoluciona a una velocidad brutal; nosotros deberíamos estar ofreciendo siempre lo último, pero los plazos se alargan tres años tranquilamente. En otros países donde operamos, la media está en torno a 16 meses. Comparar 16 meses con tres años, y encima en mercados con mucha más penetración de vehículo eléctrico, hace que la inversión en España sea poco atractiva.
P: Con ese panorama, ¿por qué seguir apostando por España?
R: La suerte que tenemos en Fastned es el pulmón que nos da nuestra actividad en Países Bajos y Bélgica, donde el coche eléctrico está mucho más implantado y las estaciones funcionan muy bien. Todo lo que generamos allí lo estamos usando para invertir en España.
Yo lo llamo generosidad de nuestros fundadores, porque podrían decidir esperar a que el mercado español mejore. Pero tenemos una misión clara: acelerar la transición a la movilidad eléctrica, y España es un país clave para esa misión. Por eso vamos a seguir invirtiendo y trabajando con la administración para mejorar el proceso.

P: ¿Qué le pedirías al regulador para desbloquear esta situación?
R: Más que subvenciones, pediría agilidad. Muchas veces nos preguntan por ayudas y yo siempre digo lo mismo: “no estoy pidiendo dinero para desplegar, estoy pidiendo que nos dejen trabajar”. Solo con eso ganaríamos todos.
Creemos que una vía podría ser que, a través de la nueva Ley de Industria, este tipo de infraestructuras se consideren proyectos estratégicos. La descarbonización es estratégica para el país y el transporte representa alrededor del 25 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Todo lo que ayuda a descarbonizar ese 25% debería tener un tratamiento prioritario y procesos más ágiles.
En resumen, hay que simplificar. Tendemos a sobrerregular y eso se traduce en muchas limitaciones. Nosotros tenemos un auténtico catálogo de propuestas de mejora para todo el proceso. Se trata de dejar que la gente haga su trabajo y de quitar absurdos del camino.
P: Por últimos, ¿tenéis acuerdos con fabricantes de coches u otras empresas, como hacen otros operadores de recarga?
R: Nuestra filosofía siempre ha sido dar servicio a todo el mundo, independientemente de la marca de coche. Por eso quizá no hemos sido tan proactivos buscando acuerdos exclusivos con fabricantes, aunque no descartamos que en el futuro lleguen. Nuestra obsesión es que cualquier conductor de vehículo eléctrico pueda cargar en Fastned.
Donde sí hemos avanzado es en alianzas con otros operadores de carga rápida. Hemos anunciado una alianza junto con Ionity, Electra y Atlante: somos cuatro operadores centrados en carga de alta potencia y muy obsesionados con la calidad del servicio. La idea es que cualquier conductor sepa que, si para en una estación de cualquiera de estos cuatro, encontrará una estación rápida, que funciona y de calidad.
Además, estamos desarrollando nuestro software para que, por ejemplo, si tú eres Goldmember de Fastned, en el futuro puedas usar nuestra app para pagar cargas también en estaciones de estos socios.
