Tesla mostrará la nueva generación del Roadster en 2025. Esta es alguna de las píldoras que ha contado Franz von Holzhausen, jefe de diseño de Tesla, en el podcast Ride the Lightning. El estadounidense ha afirmado que la presentación del modelo está prevista para este año, pese a quedar solamente dos meses para que acabe 2025.
El diseñador añadió que el equipo avanza “más rápidamente hacia un producto vendible que el verano pasado” y que el coche estaría “disponible dentro de dos años”. No es un anuncio de inicio de producción, pero sí la señal más clara en meses de que el proyecto recupera ritmo.

¿Qué sabemos del nuevo Tesla Roadster?
La hoja de ruta contada por von Holzhausen encaja con lo dicho recientemente por Lars Moravy, vicepresidente de Ingeniería de Tesla, que confirmó que el Roadster sigue en desarrollo. En una entrevista, el presentador Ryan McCaffrey presionó sobre el historial de retrasos y preguntó por un plazo de 18 a 24 meses, a lo que von Holzhausen fue tajante: “eso no va a suceder”, en referencia a volver a mostrarlo y dejarlo caer en el olvido.
Al margen de la presentación inminente, queda por definir el calendario industrial. En el pasado, Tesla ha alternado presentaciones espectaculares que después han derivado en demoras. Cabe recordar que el Roadster de segunda generación se anunció en 2017 y, ocho años después, aún no se ha presentado la versión definitiva. De ahí que la marca subraye que esta vez el objetivo es acercar el prototipo a estado de producto.
En el plano técnico, Elon Musk, CEO de Tesla, ha alimentado la expectación con metas que rozan lo inaudito, como un 0–60 mph (0–96 km/h) en menos de un segundo, y mensajes en X describiendo el Roadster como “algo especial más allá de un automóvil” y prometiendo el “producto más alucinante de todos los tiempos”. Musk también aseguró en 2024 que el diseño de producción estaría completo y presentado a finales de ese año, con envíos. Este hito no se cumplió y ahora el foco vuelve a situarse a finales de 2025.
¿Qué podemos esperar de la presentación?
Si Tesla sigue su libreto habitual, el “unveil & demo” debería combinar la presentación de un prototipo funcional y los primeros datos oficiales del nuevo Roadster, como aceleración, autonomía, plataforma eléctrica o arquitectura de baterías.

Algunas fuentes han citado que el nuevo Tesla Roadster sería un deportivo con carrocería coupé de cuatro plazas, techo de cristal desmontable, tracción total y prestaciones impresionantes. Además de una aceleración estratosférica, se rumorea con que podría alcanzar una velocidad punta superior a los 400 km/h y contar con una autonomía máxima de 1.000 kilómetros por recarga.
También está por ver la estrategia de producción. Tesla ha priorizado en 2024 y 2025 la eficiencia de fábrica y gama, con actualizaciones del Model Y y de su gigafactoría en Texas, mientras la compañía ha sido explícita en su giro hacia costes y márgenes en un entorno de guerra de precios global. El Roadster, por posicionamiento, sería un coche de bajo volumen y alto impacto de marca. Además, su rentabilidad dependerá de hasta qué punto comparta sistemas, software o baterías con el resto de la gama.
Ahora solo queda ver si Tesla cumple sus plazos porque, aunque von Holzhausen hable de dos años, la experiencia con programas anteriores de la marca, como el Cybertruck, el camión Semi o el propio Roadster aconseja tratar las fechas como objetivos, no como compromisos cerrados. Además, en paralelo, hay que seguir de cerca homologaciones, suministro de celdas y la priorización de recursos frente a proyectos de mayor impacto en ventas.