VinFast vuelve a ocupar titulares en Estados Unidos, y no precisamente por un nuevo lanzamiento. La marca vietnamita enfrenta una demanda presentada por varios propietarios del SUV eléctrico VinFast VF 8 Plus AWD, quienes aseguran que el vehículo tarda casi 24 horas en completar una carga, muy por debajo de los tiempos anunciados por la compañía. La polémica agrega un nuevo obstáculo a la complicada entrada de VinFast en el competitivo mercado eléctrico norteamericano, y no es el único en el que quiere expandirse, porque a Europa también está empezando a llegar.
La acción legal fue presentada en el Tribunal de Distrito de EEUU para el Distrito Central de California y representa a clientes que compraron un VinFast VF 8 Plus AWD durante los últimos cuatro años. En el centro de la disputa se encuentra una cuestión crítica para cualquier usuario de un vehículo eléctrico: la velocidad de carga.
Cargas a menos de 2 kW

Según los demandantes, Gil Swigi y Joseph Mizrahi, el SUV eléctrico debería cargar a un mínimo de 6,6 kW, tal como figura en las especificaciones del fabricante. Sin embargo, aseguran que sus vehículos apenas superaban una potencia de recarga de 1,9 kW, un rendimiento comparable al de los primeros modelos eléctricos lanzados hace más de una década.
Los propietarios afirman que VinFast promocionó el VF 8 como compatible con carga de nivel 2 estándar, capaz de aceptar hasta 32 amperios. No obstante, al intentar cargar a ese nivel, los vehículos supuestamente se apagaban debido a fallos de software, obligando a los usuarios a reducir la intensidad a 19 amperios, lo que disminuía la velocidad de carga en casi un 40%.
Cortes nocturnos y frustración diaria

Uno de los aspectos más problemáticos, según los testimonios, es que los cortes de carga ocurrían con frecuencia durante la noche. Esto implicaba que los propietarios se despertaran sin la autonomía necesaria para afrontar su jornada, afectando su movilidad y generando una creciente desconfianza hacia el vehículo.
De acuerdo con documentos citados por la plataforma Carcomplaints, VinFast intentó realizar múltiples reparaciones en los vehículos de ambos demandantes, aunque sin éxito. Solo cuando los propietarios adquirieron estaciones de carga adicionales pudieron alcanzar velocidades cercanas a las cifras anunciadas por el fabricante.
La demanda se pausa y pasa a arbitraje

A pesar de los argumentos presentados, VinFast logró convencer al tribunal de que los propietarios habían aceptado cláusulas de arbitraje al adquirir sus vehículos. Como resultado, el juez decidió pausar la demanda colectiva y enviar las reclamaciones individuales a arbitraje. La audiencia está programada para el 20 de febrero de 2026.
Mientras tanto, el caso añade presión a una compañía que ya enfrenta retos significativos para consolidarse en un mercado dominado por fabricantes con mayor historial y reputación. Los propietarios, por su parte, esperan que el proceso de arbitraje les otorgue una compensación o una solución definitiva a los problemas de carga.