Hace casi una década que Elon Musk pronunció por primera vez la conducción autónoma en uno de sus discursos oficiales. El magnate americano tiene muy claro que quiere que Tesla se convierta en la empresa líder en materia de conducción autónoma, aunque por el momento no tiene ningún coche en el mercado con dicha cualidad. Su paquete Full Self Driving (FSD) promete avanzada asistencia a la conducción. Algunos clientes piensan que se trata en realidad de un sistema autónomo, cuando no es así. Una prueba intenta demostrar que Tesla no está lista con una prueba muy ilustrativa, aunque igualmente controvertida.
Con tantas promesas inclumplidas y con tanto marketing tras cada anuncio no son pocos los que intentan poner en jaque la tecnología de Tesla. La inminente llegada del Robotaxi, programada para el próximo 22 de junio, asociaciones, YouTubers y mucha más gente intenta realizar sus pruebas a fin de demostrar si realmente los de Austin pueden cumplir con lo que prometen. Hace unos meses te contamos la prueba de la ‘pared falsa’ que el sistema de detección de cámaras de Tesla no pudo detectar. El coche de pruebas se comió aquella pared demostrando que hay tecnologías más avanzadas en el mercado como la del Volvo EX90.

Una prueba casi imposible de superar incluso para un humano
En esta ocasión estamos ante una situación muy similar. Una prueba un tanto dramática si tenemos en cuenta las consecuencias que puede tener en el mundo real. La situación es la siguiente: un Tesla Model Y de los nuevos circulando con la última versión del paquete FSD activado. Es decir, circulando, supuestamente, en modo autónomo, por una típica calle americana junto a uno de los llamativos autobuses escolares. De repente un niño sale corriendo, en este caso un muñeco, y atraviesa la calle sin mirar. Repetimos que es una situación, a pesar de lo dramática que resulta, bastante habitual. La prueba se realiza un total de 8 veces.
En todas y cada una de ellas el Model Y autónomo atropella al muñeco del tamaño de un niño. Muchas veces lo reconoce, pero es demasiado tarde cuando quiere actuar. En otras, en cambio, el vehículo prosigue la marcha sin que nada hubiese pasado. Los vídeos han sido publicados por The Dawn Project, una organización poco amiga de Tesla y de su máximo responsable. La empresa está respaldada por Dan O’Dowd, que a su vez dirige una empresa que proporciona software y otras tecnologías a diferentes fabricantes. Su animadversión hacia Tesla ha llegado al punto de comprar espacios patrocinados durante la Super Bowl para desacreditar a sus rivales.
La prueba transcurre en todo momento a 32 kilómetros por hora, una velocidad relativamente baja para la situación. En España la ley indica que las vías escolares tengan un límite de velocidad entre 20 y 30 km/h. Ya sea con el FSD activado o sin él, la prueba es muy exigente para el paquete de conducción autónoma y para cualquier humano. El tiempo de respuesta es prácticamente nulo teniendo en cuenta la situación. A pesar de que las condiciones del ensayo son algo controvertidas, el efecto que buscaba la organización ya se ha logrado. En Europa, Euro NCAP cataloga al sistema FSD de Tesla como un engaño.