Todo el mundo da por hecho que la próxima década de coches eléctricos estará marcada por las baterías de estado sólido. Muchas marcas y fabricantes de baterías están trabajando en esa nueva generación de súper pilas que nos permitirán viajar más lejos y recargar más deprisa. Sin embargo, todavía no se han resuelto algunos factores importantes. Hoy el mundo vive en la era de los primeros coches eléctricos con baterías de estado semisólido, pero la mayoría de los coches que vemos por la calle usan dos formatos: LFP o litio. En Tesla creen que ambas químicas todavía tienen mucho que decir.
Con el paso del tiempo los coches eléctricos han ido ganando autonomía sin tener que disparar el tamaño o la capacidad de sus baterías. El mejor aprovechamiento de los recursos, sumados a nuevos compuestos y sistemas de gestión han permitido reducir los consumos y aumentar el alcance. Hoy se puede viajar perfectamente con un coche eléctrico sin morir en el intento. Habiendo normalizado este hecho, Lars Moravy, vicepresidente de ingeniería de vehículos de Tesla, ha declarado que todavía se pueden lograr mejores resultados con las baterías actuales.

Hay mucho margen de mejora para las baterías actuales
Durante una entrevista concedida durante la celebración de para seguidores del coche eléctrico y fanáticos de las empresas de Elon Musk, X Takeover, Moravy ha declarado: "Las celdas de iones de litio y de fosfato de hierro y litio han demostrado su eficacia en términos de densidad energética y rendimiento, y creo que esto es solo el comienzo". A lo que ha añadido: "Sigo convencido de que aún existe un potencial considerable en el área de la microquímica y los factores de forma". Tesla lleva años produciendo sus propias baterías, además de contar con una gran lista de proveedores de primer nivel como Panasonic, CATL o LG.
Las celdas que componen las baterías están en constante evolución. Siempre se están estudiando nuevos compuestos, químicas y diseños que permitan seguir mejorando la autonomía y la eficiencia. Durante la ya mencionada entrevista, Moravy ha añadido: "Creo que esto continuará durante mucho tiempo y veremos muchas más mejoras en las baterías que usamos en nuestros vehículos". A pesar de la enorme confianza que Tesla parece mostrar en las baterías actuales, está claro que en el departamento de ingeniería de Austin miran de reojo a una nueva generación de pilas.

Tal y como ha indicado el propio Moravy: Eso no significa que no consideremos también tendencias como las baterías de estado sólido y otras que podrían ofrecer alternativas energéticas". Lo que sí está claro es que las baterías con electrolitos sólidos todavía están lejos de ser la norma corriente de la industria. Muchos fabricantes, la mayoría chinos, han anunciado ambiciosos planes de implantación. Las primeras marcas aseguran que lanzarán sus primeros coches eléctricos con baterías de nueva generación a finales de la presente década, pero olvidan decir que esos primeros coches serán tan caros que pocos clientes podrán comprarlos. A pesar de ello, todo evoluciona.