Las rotondas siguen siendo uno de los lugares donde más errores cometen los conductores en España. Según los profesionales de autoescuela, dos de cada tres infracciones en entornos urbanos y periurbanos tienen que ver con una mala interpretación de cómo se debe circular dentro de una glorieta. Para aclarar las dudas más frecuentes, Fernando Lara, profesor de Autoescuela Lara y experto en seguridad vial, analizó en La Tarde de COPE las claves para dominarlas.
Aunque las glorietas no deberían entrañar mayor dificultad, Lara reconoce que a muchos usuarios “se les atragantan”, principalmente por hábitos incorrectos asumidos con el tiempo o aprendidos de otros conductores.
Entrar y salir por la derecha: la regla fundamental

Para Lara, la norma básica es clara: en una rotonda se entra y se sale por el carril derecho. “No vale entrar por el carril izquierdo y cruzarse a todos”, sentencia. El profesor insiste en que la glorieta debe interpretarse como una vía recta, donde no tiene sentido cambiarse a un carril para luego atravesar toda la circulación.
En los exámenes de conducir, esta regla es innegociable: el alumno solo puede tomar la salida desde el carril derecho. La única excepción es cuando el conductor pretende realizar un cambio de sentido completo. En ese caso, se permite circular por el interior, pero siempre con una condición: hay que colocarse de nuevo en el carril derecho justo antes de tomar la salida.
Prioridad y señalización: dos elementos críticos y muy olvidados

Otra de las causas habituales de conflicto es la prioridad de paso. Lara recuerda que la norma no admite interpretaciones: el vehículo que ya está dentro de la glorieta tiene prioridad, mientras que quien accede desde fuera debe respetar un ceda el paso.
Igualmente importante es señalizar correctamente. “Lo suyo sería indicar a qué salida voy a coger”, explica Lara. Una señalización clara facilita la incorporación de otros vehículos y evita frenazos innecesarios. Sin embargo, muchos usuarios “dejan el intermitente fijo” o no indican sus maniobras, generando confusión y riesgo.
En las autoescuelas, otro reto frecuente es enseñar a valorar la velocidad de los vehículos que ya circulan por la rotonda. Aquí, el consejo de Lara es sencillo: “Levanta esos ojos tan bonitos y observa. Anticiparte es la clave”.
¿Qué hago si me equivoco de salida?
Uno de los errores más peligrosos es detenerse o dar marcha atrás al darse cuenta de que se ha pasado la salida. Lara es claro: nunca debe hacerse. La solución correcta y segura es continuar girando. “Es como una noria: siga girando, siga girando, y volverá a encontrar la salida”, ejemplifica.
En el siguiente giro, el conductor tendrá tiempo para situarse en el carril derecho y abandonar la rotonda sin maniobras bruscas ni interferencias con otros vehículos.