Volkswagen se prepara para una renovación profunda de su familia de vehículos eléctricos, pero ha dejado claro que no todos sus modelos ID heredarán nombres históricos de la marca. Así lo afirmó el CEO, Thomas Schäfer, durante el Salón del Automóvil de Múnich 2025, al explicar por qué el próximo Volkswagen ID.3 actualizado no adoptará el legendario apellido Golf, pese a ser su equivalente en la gama de combustión.
Una estrategia de nombres con cautela
Según Schäfer, la filosofía de Volkswagen es mantener la coherencia entre el carácter de un modelo y su denominación. “El mayor error es llamar a algo por un nombre que no le corresponde”, aseguró. En este sentido, el ejecutivo citó ejemplos de la industria en los que se ha utilizado una denominación icónica para un producto que no guarda relación con su ADN original.

La firma de Wolfsburgo aplicará los nombres clásicos únicamente cuando el modelo eléctrico refleje fielmente la esencia de su antecesor térmico. Ese será el caso del próximo Volkswagen ID. Polo, que Schäfer describió como “un Polo en proporciones, diseño, sensaciones de conducción y comportamiento dinámico”. En cambio, el Volkswagen ID.3, a pesar de ser el compacto que más se aproxima al Volkswagen Golf, seguirá su camino con nombre propio.
La decisión llega en un momento clave, ya que Volkswagen prepara una actualización importante para el Volkswagen ID.3 y el Volkswagen ID.4, que migrarán a la plataforma MEB Plus, con mejoras en eficiencia, conectividad y dinámica. El propio Schäfer destacó que el Volkswagen ID.3 será “un coche fantástico de conducir” y que los cambios se centrarán en solventar las críticas al modelo original, especialmente relacionadas con el uso excesivo de plásticos duros en el interior.

“Ya realizamos un primer restyling que mejoró notablemente la percepción de calidad, pero ahora el salto será mucho mayor”, explicó. El rediseño incluirá un habitáculo completamente renovado, mientras que en el exterior se mantendrá la silueta actual, reforzada con ajustes estéticos y tecnológicos.
El caso del Volkswagen ID.4 y el “ID. Tiguan”
La estrategia no es uniforme en toda la gama. Según Autocar, el Volkswagen ID.4 ya es conocido internamente como Volkswagen ID. Tiguan, lo que sugiere que sí adoptará el nombre de su equivalente de combustión. Este movimiento refleja el esfuerzo de la marca por dar claridad a su catálogo en una etapa de transición en la que conviven motores térmicos, híbridos, y eléctricos.
En este sentido, Schäfer adelantó que el uso de nombres históricos se extenderá progresivamente con cada nuevo lanzamiento o actualización de calado. “Tenemos suficientes nombres en el portfolio, antiguos y nuevos. Los usaremos cuando realmente encajen con la esencia del producto”, puntualizó. La decisión de no llamar “Golf” al Volkswagen ID.3 puede parecer arriesgada en términos de marketing, ya que el Golf es uno de los nombres más reconocidos de la industria del automóvil. Sin embargo, Volkswagen busca evitar confusiones en un periodo en el que sus gamas térmica y eléctrica coexisten.
La marca alemana quiere que sus denominaciones transmitan continuidad y autenticidad. Y, aunque el futuro será cada vez más eléctrico, Schäfer dejó claro que la herencia y el ADN de modelos como el Volkswagen Polo, el Tiguan, o el Golf solo se usarán cuando el vehículo eléctrico sea digno heredero de esos valores. Con las actualizaciones del ID.3 y el ID.4 en camino, 2026 se perfila como un año clave para que Volkswagen refuerce su posición en la carrera eléctrica sin perder de vista lo que siempre ha definido a la marca: coherencia, claridad y tradición.