Durante la mañana del 28 de abril de 2025 se registró un acontecimiento inédito en la península ibérica: un apagón total. Red Eléctrica, la empresa gestora de las redes eléctricas, confirmó que España experimentó un “cero eléctrico nacional”, lo que implica una interrupción completa y simultánea del suministro eléctrico en toda la red peninsular. El corte también afectó a Portugal y, de forma momentánea, a algunas áreas del sur de Francia.
Todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos. En el ámbito eléctrico, cinco segundos pueden ser una eternidad. En ese breve lapso pueden suceder muchas cosas, y el esfuerzo dedicado para evitar cualquier anomalía es realmente impresionante. Aunque deseamos conocer lo sucedido de inmediato, la investigación llevará más tiempo. El operador está revisando minuciosamente todos los registros disponibles para entender por qué un sistema que ha operado sin errores durante tanto tiempo falló esta vez. Es probable que, como suele pasar en los accidentes, se hayan combinado varios factores que terminaron desencadenando un colapso total.

Un invento español que evitará otro apagón
Ayesa, proveedor de servicios tecnológicos y de ingeniería ha logrado un avance pionero en el Instituto de Innovación i3B: una plataforma de computación cuántica diseñada para mejorar la red de distribución eléctrica en España. Gracias a sofisticados modelos QUBO (Optimización Binaria Cuadrática No Restringida), este sistema no solo reduce drásticamente las pérdidas de energía, sino que eleva la fiabilidad de la red, un aspecto clave para el impulso de los coches eléctricos.
En un contexto donde la demanda crece, la integración de renovables y los flujos bidireccionales entre generación y consumo plantean retos inéditos, el método tradicional jerárquico resulta insuficiente. El apagón reciente en varias regiones evidenció que son necesarias soluciones capaces de procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real y anticipar desequilibrios antes de que deriven en cortes de suministro.
La innovación de Ayesa aprovecha el paralelismo cuántico para explorar simultáneamente miles de configuraciones de la red de media tensión. De este modo, determina en apenas 15 minutos la disposición óptima de los nodos de maniobra para minimizar pérdidas y garantizar un servicio continuo a más de 11 millones de usuarios. Con ello, facilita la recarga segura y estable de vehículos eléctricos, reduciendo la huella de carbono y reforzando la confianza de los conductores en la infraestructura de recarga pública y doméstica.
Aitor Moreno Fernández de Leceta, líder de computación cuántica en Ayesa, subraya que “este enfoque mixto, cuántico–clásico, permite anticipar la evolución de la demanda y adaptarse a la variabilidad de las energías renovables. Al reducir las horas de cálculo de varios días a minutos, elevamos la eficiencia operativa y abrimos la puerta a una electrificación masiva del transporte”.
El sistema combina datos históricos, análisis predictivos y modelos basados en grafos para construir un gemelo digital de la red. De esta manera, las decisiones se fundamentan en escenarios realistas, incrementando la robustez del diseño y facilitando la planificación de futuros puntos de recarga rápida para coches eléctricos en entornos urbanos y periurbanos.
En las pruebas piloto, la plataforma alcanzó un 99% de coincidencia con configuraciones estables de referencia, demostrando su precisión en casos de uso reales. Este resultado valida la viabilidad de la computación cuántica en entornos industriales y refuerza su potencial para respaldar la expansión de la movilidad eléctrica sin comprometer la calidad del suministro.
Entre los beneficios más destacados figuran:
- Reducción sustancial de los tiempos de cálculo: de horas a minutos.
- Mejora de la eficiencia energética: menos pérdidas en transmisión y distribución.
- Planificación proactiva: anticipación de flujos de energía y demanda.
- Escalabilidad y adaptabilidad: apta para redes en continuo crecimiento.
Con este logro, Ayesa y su Instituto i3B refuerzan su compromiso con la transición energética y la descarbonización del transporte. La convergencia de computación cuántica y movilidad eléctrica no solo promete mayor estabilidad en la red, sino que allana el camino para un futuro donde los coches eléctricos sean la opción más fiable y extendida en España.