En 2023 se produjo un hecho histórico que nunca antes habíamos contemplado. Aquél año, por primera vez en la historia, un coche eléctrico se convirtió en el coche más vendido del mundo. El Tesla Model Y superó a todos sus rivales eléctricos y térmicos. Tras tocar el firmamento aquél año, la empresa americana ha sido una fuente constante de malas noticias, problemas y escándalos. Ahora, con las aguas más calmadas, Tesla recupera poco a poco su posición. En China, el mayor mercado del mundo, su último lanzamiento está teniendo una excelente acogida. El Model Y de batalla larga se vende como churros.
Los chinos viven en un país densamente poblado con muchas megaciudades donde habitan decenas de millones de habitantes y donde cuesta mucho encontrar tu espacio personal. Por eso los chinos valoran muy positivamente el disfrutar de un gran espacio interior en sus coches. Es sinónimo de estatus social. Cuanto mejor sea la habitabilidad, mejor nivel social (supuestamente). Es por eso que en China triunfan los monovolúmenes, a pesar de que la media de hijos por pareja no llega ni a dos. Los fabricantes europeos llevan años creando modelos de batalla extendida exclusivos para China.

10.000 pedidos cada día a pesar del incremento de precio
Ahora Tesla también. El pasado 19 de agosto los de Austin pusieron a la venta la versión más familiar de su SUV más pequeño y asequible. Bautizado como Tesla Model Y L, el todocamino eléctrico ofrece una mayor distancia entre ejes, tres filas de asientos y seis plazas. Es 186 milímetros más largo que el Tesla Model Y europeo. Gracias a ello los chinos tienen ahora de aquello de lo que más disfrutan, aunque el Model Y normal no puede decir que sea estrecho o angosto en sus plazas traseras. El único problema evidente con el Model Y L es su encarecimiento.
El precio de salida es de 339.000 yuanes, lo que vienen a ser unos 40.420 euros al cambio de moneda. No es caro para España, pero sí para China donde están acostumbrados a que este tipo de vehículos apenas supere la barrera de los 20 o 25 mil euros. Sin embargo, el sobrecoste no ha supuesto ningún problema para que el Model Y más grande de todos sea un éxito como hacía mucho tiempo que no veían en Tesla. Desde el pasado 19 de agosto se han vendido más de 120.000 unidades del Model Y L. A una media de 10.000 unidades por día (teniendo en cuenta los fines de semana).

Con estas cifras, Tesla espera mejorar un año que no está siendo especialmente bueno ni en Europa ni en China. En el Viejo Continente las ventas han caído por octavo mes consecutivo. En el Lejano Oriente las cifras no son tan negativas, pero siguen sin ser positivas. En el primer semestre del curso Tesla ha vendido 263.400 unidades en China, un 5,4% menos. Su cuota de mercado se ha reducido hasta el 7,6%, cifra que alcanzaba el 15% en 2020. No todo es culpa de Tesla pues hay que reconocer que los fabricantes locales han hecho grandes esfuerzos para situarse, merecidamente, como una digna alternativa.