Oliver Blume es el CEO de Porsche desde 2015, y hace algunos meses se hizo público que abandonaría su cargo el próximo 1 de enero para centrarse en su puesto como máximo dirigente del Grupo Volkswagen, un cargo que ocupa desde septiembre de 2022.
Como máximo responsable de ambas compañías, el CEO del Grupo Volkswagen ha hablado largo y tendido de la actualidad de ambas compañías en una entrevista concedida al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.

160.000.000.000 euros hasta 2030 para relanzar el Grupo Volkswagen
Blume es consciente de la ralentización en la venta de coches eléctricos, algo que junto a los aranceles en Estados Unidos y la caída de ventas en China ha afectado mucho a Porsche y que le ha hecho perder hasta el 95,7% de sus beneficios.
Por eso, y pese a que la marca alemana de deportivos mantendrá por más tiempo del previsto sus vehículos con motor de combustión y que el CEO del Grupo Volkswagen ha reconocido su error “no estructuramos nuestra cartera de productos con la suficiente flexibilidad hace unos años […]. Nos equivocamos con el Macan [al fabricarlo sólo como eléctrico en su nueva generación]"; Porsche seguirá adelante con la fabricación de coches eléctricos: “la electromovilidad funciona en Porsche”.
Para ello, y dejando a un lado los rumores que indican que el Grupo Volkswagen afrontaría una crisis por valor de 11.000 millones de euros, Blume ha señalado que el Grupo invertirá hasta 160.000 millones de euros hasta 2030, una cifra que pese a su magnitud, supone un ajuste a la baja de la inversión; ya que en los anteriores planes quinquenales presentados por Volkswagen, las cantidades fueron mayores. Así, se ha pasado de anunciar 180.000 millones de euros para el periodo 2024-2028 y 165.000 millones para el comprendido entre 2025 y 2029.
Sin embargo, esa cantidad deberá servir para afrontar una situación de mercado inestable y en la que el Grupo deberá afrontar ajustes en su producción -hasta los 730.000 vehículos anuales- y de empleos tanto en Volkswagen como en Audi y Porsche. Sin embargo, el CEO del Grupo defiende que “estamos destinando enormes sumas a inversión” porque “asumimos la responsabilidad en Alemania como [nuestro] centro industrial y no podemos simplemente cerrarlo todo”.

Blume ha señalado que la mayor parte de esa inversión hasta 2030 se centrará en Alemania y en Europa, y que el Grupo deberá ser “un fabricante de automóviles atractivo, a la vanguardia de las principales tecnologías y que ofrezca productos innovadores”. Así las cosas, invertirán tanto en nuevos productos como en plantas de fabricación e infraestructura; sin olvidar uno de los puntos centrales de la electromovilidad: la tecnología de baterías.
“Considero esencial que desarrollemos y fabriquemos celdas de batería nosotros mismos en Europa. No podemos seguir dependiendo completamente de proveedores asiáticos para esta tecnología crucial”. Sin embargo, y hasta ese momento, Volkswagen sigue dependiendo de proveedores chinos.
Un último foco que ha destacado el CEO del Grupo Volkswagen es que la compañía debe ser “económicamente sólida”. Algo para lo que, según Blume, y pese a que en “el ejercicio 2025, registramos gastos extraordinarios en todas las marcas y divisiones; hemos sentado una base sólida para una tendencia favorable el próximo año”.

