En los próximos días se espera que la Unión Europea anuncie oficialmente su ‘marcha atrás’. La conocida prohibición de vehículos térmicos para el 2035 podría quedar muy lejos tras las muchas presiones por parte de la industria automovilística, así como de muchos países de la región. El más significativo de ellos ha sido Alemania. Tras una carta enviada por Friedrich Merz, canciller de Alemania, a Ursula Von Der Leyen, el proceso de modificación de la ley ha tomado un nuevo camino.
Esta carta de Merz se alinea con la petición de la industria y la ACEA (Asociación de Fabricantes de Automóviles de Europa) para la eliminación de la ley de 2035. Concretamente, para que a partir de dicho se puedan seguir comercializando vehículos con motor de combustión, especialmente en forma de híbridos con una alta eficiencia. Sin embargo, Winfried Kretschmann, ministro-presidente del Partido Verde de Baden-Württemberg, se opone drásticamente a esta posición.

En Alemania no todos están de acuerdo con la supresión de la ley de 2035
Concretamente, el político, en unas declaraciones publicadas por el medio Augsburger Allgemeine, ha insistido en justamente todo lo contrario. Kretschmann ha pedido que no sólo no se elimine la ley de 2035, sino que la electromovilidad tome un mayor protagonismo y se le exija una disminución aún más severa de las emisiones medias a la industria automovilística.
A esto se unión también su petición para el fin de las insistencias por parte de la industria especialmente. “Debemos acabar de una vez por todas con este debate lamentable sobre los sistemas de propulsión. Inquieta a la gente y les hace dudar a la hora de comprar un coche eléctrico. La electromovilidad es el camino a seguir; al final todos coincidieron en ello”, concretó.
Bien es cierto que todas las partes coinciden en un punto; y es que todos opinan que la electromovilidad es el futuro de la industria, aunque no para el año 2035, sino más allá. Por ello, el político alemán ve contraproducente la decisión de aplazar el objetivo de dentro de una década. Pero también ve mal que se marcase un año concreto para la eliminación de estos sistemas mecánicos.

“Fue un error simplemente fijar un objetivo y una fecha para los límites de misiones de la flota sin impulsar las medidas necesarias para alcanzar ese objetivo. Se necesita una infraestructura de alto rendimiento e incentivos eficaces, como la recarga asequible. Dado que la industria automotriz se enfrenta a la prueba más difícil de su historia, es necesaria la flexibilidad en cuanto a los límites de emisiones de las flotas”, aseguró Kretschmann.
La actual ley de 2035 fue acordada por la Unión Europea en el año 2022. Por aquel entonces, todos los indicios apuntaban a un éxito rotundo de los vehículos eléctricos incluso para este 2025, cuando deberían haber logrado el 50% de cuota de mercado. Sin embargo, la realidad dista mucho de esta promesa, por lo que la eliminación de los motores de gasolina para el 2035 ya no parece un movimiento sensato.
Según las fuentes cercanas a la Comisión Europea, la no eliminación de los motores de combustión se solventaría con una compensación de las emisiones mediante otros barómetros. Concretamente, esta nueva medida podría ser a través del control de emisiones en todo el proceso vital del vehículo y no sólo durante su vida útil. Con ello se posibilitaría la comercialización de modelos híbridos enchufables y eléctricos de autonomía extendida especialmente. Los llamados ‘combustibles sintéticos’ estarían aún en estudio.