El sueño de Elon Musk es convertir a Tesla en la más grande empresa de conducción autónoma del planeta. Una tecnología que espera dominar rápidamente para, posteriormente vendérsela a sus rivales con grandes beneficios. Los primeros Robotaxi de Tesla ya están circulando por las calles de Austin, Texas. Todavía son una prueba. Una demostración de lo que puede ser nuestras vidas en el futuro si realmente Tesla tiene el éxito que Musk lleva una década anunciando. Sin embargo, un antiguo empleado de la compañía lanza una dura advertencia sobre la conducción autónoma de Tesla.
Musk ha vuelto a la dirección de Tesla tras abandonarla con su nuevo papel político. Tras haber dejado atrás la administración republicana el magnate se centra en la empresa que más se ha visto perjudicada por sus escarceos políticos. Los últimos resultados de Tesla demuestran que los de Austin han perdido el contacto con el público. Sus coches ya no se venden tanto como antes y la compañía necesita elevar la expectación. ¿Cómo? Con la prometida conducción autónoma que Musk lleva prometiendo desde el 2016 sin mucho éxito. Empresa y empresario necesitan demostrar que siguen ahí, que Tesla no ha desaparecido.

No estamos en el año de la conducción autónoma, sino en la década
Es muy posible que el nombre de Andrej Karpathy no te suene mucho, posiblemente de nada si no estás muy metido en el campo de la Inteligencia Artificial. Karpathy es un líder muy respetado en su campo. Tal es así que en 2017 lo fichó el propio Elon Musk para su empresa OpenAI, aunque no tardó mucho en dirigir el área de Inteligencia Artificial de Tesla, incluidos los sistemas y las redes neuronales de la tecnología de los actuales coches de la compañía, incluyendo el famoso paquete Full Self Driving (FSD). Karpathy fue pionero en el enfoque de basar toda la tecnología en cámaras y no en sensores.
Este científico eslovaco-canadiense abandonó Tesla en 2022 para regresar brevemente a OpenAI antes de fundar su propia empresa de IA, Eureka Labs en 2023. Es habitual que Karpathy sea entrevistado y citado como referencia a la hora de hablar de Inteligencia Artificial. Durante uno de esos habituales eventos realizó comentarios muy interesantes sobre la conducción autónoma y sobre su experiencia propia, previa y durante la época en Tesla. La primera vez que se subió a un coche autónomo fue en 2013, en uno de los primeros vehículos remotos de Google, ahora Waymo. Ya entonces pensó que el momento había llegado.

A continuación ha declarado: “aquí estamos, 12 años después, y seguimos trabajando en la autonomía. Seguimos trabajando en la conducción de agentes (de IA). Incluso ahora, no hemos resuelto el problema”. El ingeniero añadió que el software es complejo y cree que los agentes de IA, término que suele usarse para describir a las IA capaces de realizar tareas por humanos, como conducir un vehículo, tardarán en desarrollarse. Cree que este no es el año de los agentes de IA, sino su década. Una declaración que va directamente en contra de lo que Elon Musk y Tesla están intentando vender al resto del mundo. Tesla no puede esperar otros tres, cuatro o cinco años para desarrollar completamente la tecnología. Necesita que su efecto en las acciones y la imagen de la compañía sean casi inmediatos.