El regreso de Donald Trump al Despacho Oval está causando un enorme revuelo en todo el mundo. El republicano se ha propuesto dinamitar el mercado internacional a través de la aplicación de importantes aranceles a la exportación. Las marcas tienen que pagar impuestos adicionales por cada uno de sus productos que cruce las fronteras de Norteamérica. Muchos buscan soluciones para minimizar el impacto económico que eso supone. Audi cree haber dado con la solución, aunque todavía no ha decidido ponerla en práctica.
Trump quiere revitalizar la industria manufacturera americana y ataca directamente al extranjero, acusándolo de generar la falta de mano de obra que vive el país. En sus primeros meses de mandato ha impuesto duras sanciones económicas a las empresas que derivan al extranjero su producción. La industria automovilística se tiene que enfrentar a un 25% de impuestos especiales por cada coche eléctrico fabricado fuera de los límites de Estados Unidos. Una medida que nadie ha recibido con los brazos abiertos. De hecho, muchas marcas ya han anunciado que tal medida causará problemas considerables.

Audi tiene a su alcance dos de las fábricas de Volkswagen en USA
Desde la reducción en la producción a un aumento significativo de los precios de los vehículos. En realidad, Estados Unidos ha aplicado la misma fórmula que hace casi un año que Europa tomó contra las cada vez más multitudinarias compañías de coches eléctricos chinos. Sin embargo, a diferencia de estos, los fabricantes europeos se encuentran en una situación financiera mucho más débil. Stellantis, Volkswagen (Grupo), BMW y Mercedes serán los principales fabricantes en verse afectados por los aranceles de la administración Trump. Las exportaciones para ellos representan un alto porcentaje de sus ventas.
Tal y como informan fuentes alemanas, Audi está considerando seriamente en fabricar algunos de sus coches en Estados Unidos. La exportación ya no es rentable para los de Ingolstad, o no al menos para parte de su flota. Para ello espera contar con los recursos que Volkswagen ya tiene en la región. Los de Wolfsburgo llevan tiempo produciendo en Chattanooga, Tennessee, el Volkswagen ID.4. Audi podría aprovechar las líneas de montaje para derivar a la planta americana parte de la producción del Audi Q4 e-tron al basarse en la misma plataforma MEB.

Según los mismos informes antes mencionados, la marca de los cuatro aros podría estar considerando aprovecharse de otra de las fábricas del conglomerado germano en Estados Unidos. Más concretamente la planta que Carolina del Sur en la que se fabricarán los nuevos modelos de la marca Scout. Marca 100% eléctrica de Volkswagen exclusiva para Norteamérica. En ella Audi podría ensamblar las unidades del Q8 e-tron destinadas al mercado local. Hasta el momento no hay una decisión final u oficial, pero los planes están encima de la mesa. Si bien estas opciones solventarían parte del problema, no acabarían con él pues otras unidades tienen mucho más difícil la producción americana.