El CEO de BYD, Wang Chuanfu, da la cara ante la caída de las ventas de la empresa: “ya no impresiona como antes”

Aunque la cara más reconocida de BYD sea Stella Li, es Wang Chuanfu el que maneja los hilos de la empresa. Ahora da la cara ante la preocupante caída de las ventas a nivel local.

Wang Chuanfu es el fundador y presidente de BYD.
Wang Chuanfu es el fundador y presidente de BYD.
09/12/2025 07:00
Actualizado a 09/12/2025 07:00

A pesar de que en Europa las ventas de BYD se han disparado, en España han colocado 4 de sus coches eléctricos en los 10 primeros puestos, la compañía atraviesa un momento delicado en el mercado local. Durante una reciente reunión con accionistas, el presidente de la marca, Wang Chuanfu, reconoció un descenso en las ventas domésticas y admitió que el liderazgo tecnológico de la marca “ya no impresiona como antes”. Aunque noviembre fue el mejor mes del año para la compañía, la tendencia interanual muestra una desaceleración clara en China.

Según los datos oficiales, BYD entregó 480.200 vehículos de nueva energía (EV + PHEV) durante el pasado mes de noviembre, un 5,3% menos que el mismo mes del año anterior. Pero la cifra más preocupante es la del mercado interno con una caída del 26,8% interanual. Todo ello, a pesar de que la marca continúa dominando el ranking de ventas de coches electrificados en China. Su gama es más extensa que nunca, aunque las condiciones del mercado le dificultan seguir creciendo. Las proyecciones de principios de año han demostrado ser excesivamente ambiciosas.

Wang Chuanfu identificó abiertamente los factores que están presionando a BYD. El más evidente es la igualdad de condiciones tecnológicas. Cada vez más fabricantes chinos están lanzando modelos competitivos, con precios agresivos y prestaciones muy similares. A esto se suman algunos puntos débiles que la propia BYD reconoce, como la pérdida de rendimiento de la carga rápida en climas fríos, un aspecto que todavía requiere mejoras de fondo. El resultado es un mercado en el que BYD ya no puede apoyarse únicamente en su histórico efecto “tecnológico” y donde las decisiones de compra se están fragmentando entre múltiples alternativas.

BYD
BYD ha reducido su participación en el mercado chino haciendo saltar todas las alarmas.

La internacionalización sostiene las cifras

En paralelo a la caída doméstica, BYD está logrando un fuerte impulso en el mercado exterior. La compañía superó por primera vez las 131.700 unidades exportadas en un mes, un dato que evidencia la creciente presencia de la marca en Europa, América Latina y el Sudeste Asiático. Este crecimiento internacional está siendo, prácticamente, el contrapeso que impide una caída más pronunciada en las cifras globales. Wang ha subrayado que la tecnología seguirá siendo “el núcleo de BYD”, y ha anticipado próximos lanzamientos destinados a recuperar la ventaja competitiva frente a sus rivales.

Pese al retroceso de noviembre, el acumulado anual sigue mostrando un volumen extraordinario. BYD ya suma más de 4,18 millones de vehículos vendidos entre enero y noviembre, acercándose a su objetivo oficial de 4,6 millones para 2025. Con todo, la compañía ha recortado sus previsiones respecto a los cálculos iniciales de principios de año, debido a la presión del mercado y la caída de la demanda local. Estos ajustes reflejan un entorno mucho más competitivo y un consumidor chino más exigente y menos impulsado por el efecto novedad del vehículo eléctrico.

Yangwang U7
Yangwang se sitúa como una de las marcas premium más interesantes de China.

La caída en ventas domésticas va acompañada de otro fenómeno; un deterioro en los márgenes de beneficio. Los descuentos generalizados, la guerra de precios entre fabricantes chinos y el aumento de costes operativos han afectado directamente a la rentabilidad del grupo. BYD, como otros fabricantes, se ve obligada a equilibrar volumen, expansión internacional y margen de beneficio. El desafío ahora está en evitar que la necesidad de competir en precio comprometa su capacidad de invertir en nuevas tecnologías. Si bien la posición de BYD no corre peligro, las autoridades locales temen que otras compañías menores puedan caer por culpa de un exceso de oferta comercial. El Gobierno chino ya ha decidido tomar cartas en el asunto, aunque todavía no ha dado detalles al respecto. A partir de 2026 las ayudas públicas para la compra de un vehículo de nueva energía se irán recortando.