China es hoy la mayor fuente de conocimiento en materia de coches eléctricos. El país lidera la nueva era eléctrica. Sus marcas, sus productos y su tecnología pretenden inundar el mundo para demostrar el cambio de rumbo de la industria. Sin embargo, los coches chinos todavía tienen mucho que demostrar. Tras un reciente viaje a China, Marc Winterhoff, CEO de Lucid Motors asegura estar impresionado con la evolución de las marcas chinas, pero sigue creyendo en su superioridad.
Muchos fabricantes y altos ejecutivos temen el tamaño y la importancia que está adquiriendo China como fabricante de coches. Figuras importantes de la industria como Jim Farley, CEO de Ford, aseguran estar preocupados por lo que se encuentran en cada uno de sus cada vez más habituales viajes al Lejano Oriente. China no solo lidera la carrera eléctrica, también se ha convertido en el centro de ventas más importante del mundo. En 2024 se vendieron más coches nuevos que en toda Europa y Estados Unidos juntos.

China tiene que mejorar mucho la puesta a punto de sus coches eléctricos
China es un reto, pero no para Lucid Motors. Su mercado es bien diferente. Actualmente, la empresa californiana fabrica el que todo el mundo considera como ‘el mejor coche eléctrico del mundo’; el Lucid Air. La berlina americana ha demostrado estar a mucha ventaja de sus rivales en cuanto a eficiencia y autonomía. El Air figura como el coche eléctrico de mayor autonomía en Europa al rozar la barrera de los 840 kilómetros en ciclo WLTP. En más de una ocasión ha demostrado su valía. La última fue hace unas semanas al completar un viaje de más de 1.200 kilómetros por Europa sin recargar.
Ese poder le da a Winterhoff la tranquilidad para asegurar su ventaja. Durante una entrevista el pasado lunes, el CEO interino de la empresa tras la salida de Peter Rawlinson, ha sido preguntado acerca de su opinión sobre los coches eléctricos chinos. Winterhoff reconoce haber estado recientemente en el país, durante el Salón de Shanghái, y que ha quedado muy sorprendido por la evolución. Sin embargo, tras probar algunos coches no ha quedado muy entusiasmado. “En Lucid, sin duda, seguimos teniendo ventaja en cuanto a comodidad y dinámica de conducción”.

El director ejecutivo de Lucid añadió que "seguimos en otro planeta", pero no deja claro si esa ventaja competitiva se mantendrá siempre. Los chinos han demostrado en poco tiempo que pueden igualar los términos de cualquiera de sus rivales, al menos en lo que a cifras se refiere. Cierto es que las marcas chinas tienen mucho que mejorar en lo que a puesta a punto se refiere. Todos los coches se parecen entre ellos a la hora de ponerse tras el volante. Achacan una notable falta de tacto de dirección y una dinámica sobria y en ocasiones menos cómoda que la de rivales europeos. A pesar de ello, es cuestión de tiempo que mejoren en esos aspectos. Algunas marcas ya lo están haciendo.