Tesla, bajo la dirección de Elon Musk, ha desarrollado un modelo salarial ampliamente criticado en el sector del automóvil. Este sistema ha generado un malestar creciente. En varias ocasiones, los trabajadores han denunciado que sus salarios no reflejan el crecimiento vertiginoso de Tesla ni el aumento del coste de vida, especialmente en zonas con alta inflación.
Con sueldos base que están por debajo de la media del sector, la empresa recurre a bonificaciones e incentivos en forma de acciones para motivar a su plantilla y alinearla con el rendimiento corporativo. Las protestas y reclamaciones se han extendido tanto en plantas de producción como en plataformas digitales, reforzadas por la ausencia de representación sindical en EE. UU., donde se han intentado sin éxito movimientos de sindicalización.

Elon Musk también ‘innova’ en los salarios
El modelo laboral de Tesla también presenta una fuerte segmentación salarial según la ubicación. En plantas de alto coste de vida como Fremont o Palo Alto, los sueldos oscilan entre los 25 y 35 $ por hora, mientras que en instalaciones como Austin o Sparks las tarifas se sitúan entre los 22 y 39 $ por hora (En comparación, la media del sector en EE. UU. ronda los 28 $ por hora.
Para compensar, Tesla ha implantado un sistema de incentivos denominado Cyber Wallet, diseñado para compensar las diferencias salariales dentro de la compañía. Este programa ofrece a los empleados tres alternativas: reducir su jornada laboral, recibir una compensación económica directa o acceder a acciones de la propia empresa. La intención de la compañía es doble: reforzar el vínculo de los trabajadores con Tesla y permitirles participar en el crecimiento financiero de la firma liderada por Elon Musk.
No obstante, para acceder a estos beneficios, los empleados deben superar una evaluación interna que los clasifica en una escala del 1 al 5. Solo aquellos que obtienen una puntuación de 3 o superior pueden participar en el plan de incentivos, siendo los niveles 4 y 5 los que reciben los mayores beneficios. Aunque esta estrategia busca premiar el rendimiento, algunos empleados han cuestionado la objetividad del sistema, señalando que puede fomentar un clima competitivo y generar tensiones dentro del entorno laboral.
Una de las propuestas más atractivas del Cyber Wallet es la posibilidad de recibir acciones de Tesla, con paquetes que pueden superar los 25.000 dólares en valor para los trabajadores. En el caso de los directivos, las cifras escalan desde los 950.000 dólares hasta los 20 millones. Sin embargo, esta retribución variable expone a los empleados a la volatilidad bursátil. Solo en 2023, el valor de las acciones de Tesla cayó un 44%, y recientemente sufrió otro descenso del 16%, lo que añade un componente de incertidumbre a esta modalidad retributiva.

Elon Musk y los sindicatos
La ausencia de un sindicato fuerte blinda a Tesla de reclamaciones colectivas, pero al mismo tiempo intensifica la percepción de un entorno laboral presionado. En la Gigafactoría de Berlín (Alemania), el sindicato IG Metall ha denunciado jornadas extenuantes, supervisión extrema y falta de pausas mínimas, como interrupciones para ir al baño, lo que ha derivado en tensiones laborales y peticiones de mejora.
La dirección de Tesla defiende su modelo: asegura que el 80% de los aproximadamente 11.000 empleados en Grünheide manifiesta satisfacción laboral según encuestas internas. Este modelo retributivo, basado en salarios base bajos compensados con incentivos y acciones, persigue motivar el compromiso individual y reforzar el rendimiento.
No obstante, ha desencadenado disputas internas, ausencia de representación colectiva y cuestionamientos éticos, sobre todo por parte de organizaciones sindicales que denuncian condiciones laborales deficientes.