La empresa británica Donut Lab ha presentado en el CES 2025 lo que puede considerarse una revolución en el mundo de los motores eléctricos. Una familia de motores eléctricos integrados directamente en las ruedas con la que promete cambiar por completo el panorama de la movilidad eléctrica gracias a su diseño innovador y a unas prestaciones muy por encima de lo que se conoce hoy en día.
El motor en forma de donut puede considerarse una tecnología disruptiva ya que se coloca directamente en las ruedas, eliminando la necesidad de una transmisión convencional. Esta arquitectura reduce significativamente el peso, la complejidad y el coste de fabricación de los vehículos eléctricos. Y lo que es más importante, su diseño soluciona uno de los mayores retos de los motores en rueda: la masa no suspendida.

El dolor de cabeza de los motores en rueda: la masa no suspendida
La masa no suspendida de un vehículo se refiere a las partes que no están soportadas por la suspensión y que, por lo tanto, están directamente conectadas a las ruedas. La llanta, los frenos y el eje forman parte de ella. Y, en el caso de los vehículos eléctricos con motores en las ruedas, también el propio motor.
En los motores eléctricos en rueda, la masa no suspendida aumenta porque el motor está montado directamente en el interior o cerca de la rueda. Esto tiene ventajas importantes como la simplicidad mecánica que elimina la transmisión, el control independiente de la tracción de cada rueda y el espacio adicional que libera en el chasis del vehículo para otros componentes o el almacenamiento.
Pero también implica una serie de desventajas provocadas precisamente por el aumento de la masa no suspendida. Hay una reducción del confort porque dificulta que la suspensión absorba eficazmente las irregularidades de la carretera. Puede afectar negativamente la estabilidad dinámica del vehículo, disminuyendo el rendimiento en curvas y la capacidad de respuesta y aumenta el desgaste debido al peso adicional y las cargas dinámicas mayores.

El motor en rueda de Donut Lab
Para contrarrestar estos efectos, los fabricantes que utilizan motores eléctricos en rueda suelen emplear materiales ligeros y avanzados (como aluminio o fibra de carbono) tanto en los motores como en los componentes de la suspensión. Además, optimizan el diseño de la suspensión para manejar mejor la carga adicional y mantener un buen equilibrio entre confort y rendimiento.
Marko Lehtimäki, director ejecutivo de Donut Lab, explica lo que han logrado con su nuevo motor. “Gracias al par motor y a la densidad de potencia que hemos conseguido, el peso relativo del motor es tan pequeño que, por primera vez, la masa no suspendida es insignificante”, asegura.
Pero la cosa no se queda ahí La nueva familia de motores incluye varias configuraciones adaptadas a diferentes necesidades:
- Motor de 21 pulgadas: Diseñado para coches ligeros y pesados, ofrece 630 kW / 857 CV de potencia y 4.300 Nm de par motor con un peso de solo 40 kg.
- Una versión más ligera del anterior con un motor de 21 pulgadas de 200 kW / 272 CV, 3.000 Nm y 40 kg de peso.
- Motor para motocicletas (17 pulgadas): Genera 150 kW / 204 CV y 1.200 Nm con un peso de 21 kg.
- Motor para scooters y bicicletas eléctricas (12 pulgadas): Este modelo compacto pesa 8 kg y produce 8 kW / 11 CV de potencia.
- Motor para drones (120 mm): Pesa apenas 1,5 kg y entrega 3 kW / 4 CV y 20 Nm de par.
Con estas cifras, Donut Lab supera incluso al famoso motor Dark Matter del Koenigsegg Gemera, que genera 822 CV y 1.250 Nm. Sin embargo, el verdadero competidor del Donut podría ser el Rimac Nevera R, cuyas especificaciones también son impresionantes. Aun así, la relación potencia-peso del motor de Donut Lab lo coloca en una categoría superior.

¿Y los costes de producción?
La producción de estos motores podría ser hasta un 50% más económica que la de los motores eléctricos tradicionales. Esto es posible gracias a un diseño que reduce el uso de materiales activos y simplifica el proceso de fabricación. Además, la tecnología modular de Donut Lab permite a los fabricantes seleccionar los componentes necesarios de un catálogo y ensamblarlos fácilmente.
El potencial de esta tecnología es inmenso. Un coche familiar equipado con cuatro motores de 857 CV, alcanzaría una potencia total de 3.428 CV. Una configuración posible, pero excesiva que nos lleva a la realidad. Con motores más pequeños y ligeros en configuraciones se logra una configuración más práctica como por ejemplo, un tracción trasera con dos motores de 406 CV cada uno que ofrecería 811 CV, una cifra también inmensa, mucho más elevada que la de un coche convencional.
Esta tecnología también está siendo aplicada en otros sectores. Verge Motorcycles, uno de los socios de Donut Lab, ya utiliza estos motores en sus modelos en sus motos eléctricas. Además, los motores más potentes podrían ser adoptados por camiones y vehículos comerciales, donde la reducción del peso y el aumento de la carga útil son prioridades.