Por primera vez, los coches eléctricos de Tesla en el mercado de ocasión estadounidense se venden a un precio medio inferior al del conjunto del sector. Según el índice elaborado por la plataforma CarGurus, en agosto de 2025 el coste medio de un vehículo usado en Estados Unidos fue de 28.039 dólares, un 0,66% más que hace un año. En cambio, el precio medio de los Tesla de segunda mano cayó hasta los 27.814 dólares, lo que representa un desplome interanual del 13,97%.
La depreciación se extiende por toda la gama. El Cybertruck lidera las pérdidas, con un descenso del 30,44% que sitúa su precio medio en 83.963 dólares. El Model S pierde un 22,61%, el Model X un 16,8%, y el Model Y, el SUV más vendido de la marca, baja casi un 12 . Incluso el Model 3, la berlina eléctrica más demandad de la marca, se deprecia un 8,04%. Este cambio rompe con una dinámica que Tesla había mantenido durante años, cuando sus coches usados mantenían un valor superior al del resto del mercado por su demanda y su imagen de vanguardia tecnológica.

Análisis del mercado; ¿es culpa de Elon Musk?
Los analistas coinciden en que la caída responde a varios factores combinados. Por un lado, la sobreoferta: la llegada masiva de unidades procedentes de flotas y empresas de alquiler ha inundado el mercado de ocasión. Por otro, las rebajas aplicadas en modelos nuevos desde 2023 han reducido el atractivo de comprar un Tesla usado. En la práctica, muchos compradores comparan el coste de un vehículo recién salido de fábrica, con garantía y actualizado, frente a uno con varios años y kilómetros acumulados, optando por el primero.
La imagen de la marca también se ha visto afectada. Elon Musk, CEO de Tesla, ha protagonizado polémicas políticas y mediáticas que han polarizado a la opinión pública, especialmente en Estados Unidos y Europa. Su vinculación con posiciones de extrema derecha y declaraciones controvertidas han erosionado el atractivo de Tesla para parte de su clientela. A ello se suma un contexto empresarial menos favorable: en el segundo trimestre de 2025, la compañía registró un 13% menos de ventas y un 16% menos de beneficios, además de la salida de directivos clave.
Traspaso de este efecto a España: el mercado español, en cifras
En España, el mercado de ocasión de coches eléctricos todavía es joven, pero crece con rapidez. Según datos de Ganvam y Faconauto, las ventas de eléctricos usados aumentaron más de un 50% en el último año, con especial protagonismo de Tesla, que figura entre las marcas más demandadas en portales como AutoScout24.
Hasta ahora, los precios de segunda mano en nuestro país se han mantenido altos por la escasez de oferta y la fortaleza de la marca, pero la situación estadounidense podría anticipar cambios.
- Crecimiento acelerado: las ventas de turismos 100% eléctricos de ocasión crecieron un 52 % en el último año.
- Antigüedad media: la edad media de un eléctrico usado es de 3,8 años, frente a los 13,2 años del parque automovilístico general.
- Tesla en el top 3: junto con Renault y Nissan, Tesla figura entre las marcas más buscadas en portales de compraventa.
- Precios aún altos: el coste medio de un eléctrico usado ronda los 33.000 euros, un 18 % más que la media del mercado general.
- Oferta limitada: apenas un 1,2 % de las operaciones de compraventa de usados corresponden a eléctricos, lo que mantiene la presión al alza sobre los precios.
Varios expertos señalan que si Tesla continúa ajustando precios en modelos nuevos para mantener su competitividad frente a fabricantes chinos y europeos, el valor residual en España podría empezar a caer de forma similar a lo que ocurre al otro lado del Atlántico. Además, la creciente llegada de Model 3 y Model Y procedentes de renting y empresas de movilidad podría aumentar la oferta disponible y presionar a la baja los precios.

Para los compradores españoles, este posible escenario presenta una doble cara. Por un lado, sería una oportunidad para acceder a un Tesla a precios más asequibles, algo hasta ahora poco común en nuestro mercado. Por otro, para los actuales propietarios, una depreciación acelerada supondría un menor valor de reventa y un impacto económico a la hora de renovar su vehículo.
Lo ocurrido en Estados Unidos demuestra que la percepción de valor de un coche eléctrico, incluso de una marca líder como Tesla, puede cambiar rápidamente cuando confluyen factores como la sobreoferta, la competencia creciente y las rebajas en nuevos. La pregunta ahora es si el mercado español seguirá el mismo camino o si la menor saturación de oferta y la demanda aún alta permitirán mantener la diferencia.