En septiembre de 2024 Lotus dio un golpe sobre la mesa: dentro de su etapa dedicada a los coches eléctricos, quiso recordar a todo el mundo que seguía siendo capaz de crear deportivos espectaculares. La manera de hacerlo fue presentando el Lotus Theory 1, un sucesor espiritual del S1 Esprit, que disfrutó de una muy buena acogida. Fue presentado solo como prototipo, pero desde la marca apuntan ahora que sería factible hacerlo realidad.
Ha sido Ben Payne, Vicepresidente de Diseño del Grupo Lotus, el que así lo ha afirmado a Autocar, señalando que es una propuesta de diseño completamente realista, cuyos principales rasgos están dentro de lo factible, que hay ciertos elementos mecánicos (como el sistema de frenos carbocerámicos) que están solo a una generación de distancia y que “hay cosas en este coche que podemos hacer ahora. Llevarlo a producción en su totalidad es un poco exagerado, pero marca el futuro”.

Un prototipo de futuro más cercano del esperado
La afirmación ha resultado sorprendente por lo avanzado de la propuesta del Theory 1. Es un superdeportivo completamente eléctrico hecho casi por completo de fibra de carbono, lo que le permite marcar un peso de solo 1.600 kg sobre la báscula, su diseño tiene una estética realmente agresiva con elementos como las puertas de apertura de tipo diédrica que se abren en dirección opuesta a lo que es habitual, con una configuración interior de 3 plazas y cuyo sistema de propulsión de motores duales desarrolla 1.000 CV y le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos.
A pesar de su espectacular carta de presentación, Payne confirma que el modelo fue diseñado con la viabilidad real en mente: “Deliberadamente. El conjunto de ruedas y neumáticos se tomó directamente del Evija, así que no hay nada descabellado en su combinación. Lleva un sistema de frenos de producción de última generación, pero el tamaño de los neumáticos y las ruedas es exactamente el mismo que el del Evija. Así que nada de locura”.
Sin embargo, y como ocurre en casi todos los prototipos, sí que hay ciertos elementos que deberían modificarse para poder homologar el deportivo para uso en la calle: “Para ser sincero, el principal reto es que el coche no tiene limpiaparabrisas, por lo que sería necesario reconfigurar la zona del capó, desplazar la luneta un poco hacia atrás e instalar un limpiaparabrisas para su uso legal. Pero los retrovisores electrónicos y los sistemas de iluminación… todo es, básicamente, una idea de última generación. Le hemos dado deliberadamente tangibilidad y credibilidad”.

No está en los planes inmediatos de la marca
Una cosa es poder fabricar un vehículo y otra llegar a hacerlo, y Lotus por el momento no se encuentra en ese punto. El fabricante británico está en la transición hacia sus coches eléctricos y su foco de atención principal está en los Emeya y Eletre, buscando aumentar las ventas para conseguir una situación financiera más estable, a la par que reducen los precios de los mismos.
“En este momento, es un escaparate de lo que nos depara el futuro, pero un enfoque fundamental para la empresa es reafirmar los valores de la marca y analizar nuestra situación en evolución, lo que somo capaces de hacer, lo que podríamos hacer y lo que el mercado demanda”, explica Payne.
“Nuestro objetivo es generar un poco más de volumen y ofrecer un negocio sostenible en términos financieros. Este tipo de coche posiblemente no sea la mejor manera de lograrlo. Estamos buscando cómo bajar los precios y atraer a más gente a nuestros productos; ese sería el siguiente paso. Pero esto sirve como guía en muchos sentidos”, concluye.