La familia Agnelli está considerada como la familia más famosa y prestigiosa de toda Italia. La ‘realeza italiana’ la definen algunos. Su fortuna está valorada en unos 30.000 millones de euros. El patriarca de la saga, el gran y legendario Gianni Agnelli fue y siempre será una de las figuras más ilustres de la industria automovilística europea. Conocido popularmente como l'Avvocato, fue el encargado de heredar y llevar al estrellato los negocios de su abuelo, Giovanni Agnelli, que fue, entre otros, el fundador de la casa FIAT. Hoy, la familia cuenta con negocios por todo el mundo. Su nieto John Elkann es el actual CEO de Stellantis.
La desaparición de Gianni el 24 de enero de 2003 no fue solo una gran pérdida para FIAT y para la industria del automóvil, también fue una pérdida significativa para Italia y para toda la familia Agnelli. Desde entonces se han generado multitud de disputas sobre quién heredaba la inmensa fortuna y el liderazgo de las muchas empresas asociadas a su nombre. Entre ellas, FIAT o la Juventus, por ejemplo. Según el testamento de Gianni, la mayor parte de sus posesiones recayeron en su nieto mayor, John Elkann, aunque ahora una nueva disputa legal prevé una batalla familiar más.

John Elkann es demandado por su propia madre
El CEO de Stellantis se enfrenta a una nueva batalla legal contra su madre, Margherita Agnelli, hija de Gianni. Recientemente ha tenido que abonar una multa de más de 183 millones de euros por culpa de su abuela. Sus abogados han presentado lo que ellos consideran como un manuscrito previo al testamento de su padre el cual podría plantear preguntas sobre el holding principal de empresas de la familia: Exor. La compañía no solo es la máxima accionista de Stellantis (14%), también controla otras empresas populares como Ferrari (22,9%) o Philips (15%). La empresa tiene una capitalización bursátil de 17.330 millones de euros.
La nota manuscrita, fechada el 20 de enero de 1998, se presentó en una audiencia el 29 de septiembre, según sus abogados, como parte de la demanda civil que ha interpuesto la propia hija de Gianni Agnelli. En la nota firmada, el fallecido declaró que su participación de aproximadamente el 25% debería asignarse a su hijo, Edoardo, quien posteriormente murió en 2000. Un documento separado de 1996 indicó que la participación debería transferirse a John Elkann, su nieto, que fue lo que sucedió. El equipo legal de John Elkann ha afirmado que el supuesto nuevo documento no tiene relación alguna con los acuerdos alcanzados en 2004 respecto al patrimonio de Gianni Agnelli.

Cuando se abrió el testamento de Gianni Agnelli en febrero de 2003, los herederos sólo tenían información relativa al documento de 1996, argumentaron los abogados de Margherita Agnelli. Como resultado, la viuda de Gianni, Marella Caracciolo, donó una participación del 25,37% a Elkann, lo que le permitió obtener la mayoría. Los abogados de Margherita Agnelli afirman que su cliente y Marella Caracciolo deberían haber conservado la parte destinada a Edoardo. En su día, Edouardo heredó una fortuna de 1.200 millones de euros, pero ahora se busca una parte mayor del patrimonio para los cinco hijos de su segundo matrimonio.