Italia ha dado un paso decisivo para acelerar la electrificación del parque automovilístico con un ambicioso plan estatal de incentivos que ha revolucionado los precios de los coches eléctricos en el país. El programa cuenta con casi 600 millones de euros destinados a apoyar a los hogares con menos recursos, ofreciendo ayudas de hasta 11.000 euros a quienes entreguen para achatarrar un vehículo de más de diez años de antigüedad y anterior a Euro 5.
El impacto más llamativo se ha visto en el Dacia Spring, cuyo precio de catálogo de 17.900 euros se reduce hasta 3.900 euros tras aplicar las ayudas estatales y un descuento adicional del fabricante de 3.000 euros. Esta rebaja histórica coloca al eléctrico de la firma del grupo Renault muy por debajo de muchos modelos con motor de combustión y lo convierte en una opción extremadamente accesible para los compradores italianos. Recordemos que su versión de acceso rinde 45 CV y que puede recorrer 225 kilómetros por recarga en ciclo mixto WLTP, mientras que en desplazamientos urbanos (que es para lo que ha nacido) logra 300 kilómetros de autonomía.
Otros coches eléctricos a precio rompedor

Pero no es el único vehículo beneficiado. El Leapmotor T03, modelo chino disponible en Italia, ve su precio descender de 18.900 euros a 4.900 euros. El coche de la marca de la que Stellantis es socio anuncia una potencia de 95 CV, mientras que la autonomía es de 265 kilómetros en uso mixto y de más de 400 kilómetros en ciudad.
Por su parte, el Fiat 500e baja de 23.900 euros a 9.950 euros, aunque en este caso la oferta está condicionada a la contratación de un préstamo con un interés elevado, lo que limita su atractivo. Estas cifras sitúan a los eléctricos italianos entre las opciones más económicas de Europa y destacan cómo la combinación de incentivos públicos y descuentos de fabricantes puede transformar el mercado de manera inmediata.
El objetivo del gobierno italiano es claro: rejuvenecer un parque automovilístico muy envejecido y dependiente de motores térmicos, al tiempo que impulsa la adopción de tecnologías limpias. Hasta agosto de 2025, los coches eléctricos apenas representaban el 5,2 % de las ventas en Italia, muy por debajo de la media europea del 15,8 %. Con este plan, se espera sumar 60.000 matriculaciones adicionales antes de junio de 2026, lo que podría situar al país entre los más dinámicos en Europa en materia de movilidad eléctrica.

Este programa también vuelve a abrir el debate sobre la necesidad de un sistema europeo unificado de incentivos, capaz de evitar diferencias significativas entre países y garantizar una transición más ordenada hacia la movilidad eléctrica. Los expertos coinciden en que lo más importante es contar con fondos suficientes y entregar las ayudas en el momento de la compra, evitando retrasos y burocracia que frenen el proceso. En Francia, por ejemplo, lo que se ha puesto en marcha es un leasing social de coches eléctricos a partir de 100 euros al mes, mientras que en España lo que tenemos es el Plan Moves 3, de momento hasta finales de este año 2025.
En definitiva, el plan italiano demuestra cómo una estrategia agresiva de incentivos combinada con descuentos de fabricantes puede transformar la percepción de los coches eléctricos, hacerlos mucho más asequibles y acelerar su adopción. Modelos como el Dacia Spring o el Leapmotor T03 podrían convertirse en la primera elección de muchos conductores, mostrando un camino claro para otros países europeos que buscan impulsar la electrificación de su parque automovilístico sin dejar de lado la accesibilidad.