Gran parte del éxito de la industria china viene dado por la reducción de costes, que les permite rebajar el precio de sus coches eléctricos. Es uno de los secretos de BYD que ya conocen en Japón. Y algo en lo que Nissan quería imitar a BYD con un proyecto clave para el futuro de la marca, pero que ha tenido que abandonar debido a su crisis económica.
Hablamos de la construcción de una nueva fábrica de baterías LFP para coches eléctricos en Japón. Un proyecto que la compañía había anunciado hace tiempo y en el cual pensaba invertir hasta 153.300 millones de yenes, el equivalente a 932 millones de euros.

La crisis económica acaba con el proyecto de Nissan para acercarse a BYD
La causa del fin de este proyecto clave ha sido, sin duda, la crisis económica de la marca, que anunció hace unos días un déficit histórico para el año fiscal 2024 y sobre el que hoy mismo se han confirmado unas pérdidas de 4.040 millones de euros, así como varias medidas urgentes, entre las que se encuentran el cierre de siete fábricas y 20.000 despidos hasta comienzos de 2028.
De hecho, el pasado viernes, Nissan hizo público que “abandonaría sus planes para construir una nueva fábrica”. Dicha fábrica posibilitaría, una vez terminada, la producción de hasta 5 GWh en baterías cada año y que el Gobierno de Japón iba a subvencionar con 55.700 millones de yenes, o lo es que lo mismo, 339.000 millones de euros. De hecho, el Ejecutivo nipón ya otorgó el visto bueno para la construcción de esta fábrica el pasado mes de septiembre.
Pero lo más importante de esta fábrica es que era un proyecto clave para la marca, toda vez que permitiría reducir los costes de sus baterías entre un 20 y un 30%, acercándole así a la optimización de recursos de los fabricantes chinos más punteros, como el citado BYD o el Grupo Chery.

Estas futuras baterías, que estarían disponibles a partir de 2028, iban a montarse en la nueva generación de vehículos eléctricos de Nissan en Japón, un proyecto clave para el futuro de la marca -tanto como esta nueva fábrica- en el que Nissan quería invertir cerca de 930.000 millones de euros.
La cancelación del proyecto de esta nueva fábrica llega en un momento preocupante para Nissan y para el resto de las marcas japonesas, con las marcas chinas llegando a Japón y con BYD incluso superando a Toyota en ventas de coches eléctricos.
Pero también lo hace cuando BYD ha anunciado, para 2026, el lanzamiento de su primer kei car o mini coche, una categoría de automóviles limitados a 3,4 metros- que hace furór en el país nipón y que los fabricantes japoneses dominan con mano de hierro.