Europa se ha propuesto ser la primera región del mundo en erradicar de su atmósfera los gases contaminantes procedentes del tráfico por carretera. Bruselas ha tomado decisiones, algunas cuestionables, que abren paso a una nueva era de la movilidad. El Viejo Continente no es el único en plantar cara a la contaminación, otras regiones como California han planteado las mismas estrategias, aunque en ocasiones estas atenten sobre la libertad de movimientos de sus ciudadanos. Ahora, Corea del Sur abre la puerta a la misma normativa de prohibición.
Hace ya un par de años que el Parlamento Europeo aprobó la normativa de 2035 por la cual, a partir del 1 de enero de ese año estará prohibida la venta, salvo excepciones, de coches con motor de combustión. La apuesta se centra claramente en el coche eléctrico, aunque los datos de matriculación indican que será difícil, casi imposible, llegar a dicha fecha con una alta mayoría de ventas eléctricas. La estrategia será revisada a finales de este mismo año y, casi con toda probabilidad, será retrasada o incluso anulada. Bruselas puede optar por la vía multienergía que tanto se le demandaba.

Corea del Sur quiere un 35% de coches eléctricos circulando por sus carreteras
A pesar de los posibles cambios que pueda presentar la normativa europea, esta ha abierto la puerta a que otras regiones del mundo se sumen al compromiso de erradicar o reducir drásticamente las emisiones contaminantes. Según se informa, el Ministerio de Medio ambiente de Corea del Sur está estudiando la posibilidad de restringir la venta de vehículos con motor de combustión (ICE) como medio para cumplir con el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del país para 2035.
Corea del Sur exporta muchos y muy buenos coches eléctricos al mundo. Productos firmados por marcas como Hyundai, KIA o KGM. Sin embargo, para sí mismos no se aplican las mismas reglas. Es uno de esos países, al igual que otros, donde la reducción de emisiones en el sector del transporte ha sido prácticamente marginal. Entre 2018 y 2024 apenas han reducido su impacto en 1,2%. Actualmente solo hay 850.000 coches de cero emisiones circulando por el país. Por eso, dado que los conductores coreanos no compran coches eléctricos, las autoridades se están pensando prohibir las ventas de térmicos.

El ya mencionado Ministerio ha presentado, según fuentes locales, cuatro escenarios que le permitirán reducir las emisiones entre un 48 y un 65%. Para alcanzar el margen inferior debería haber un 30% de coches eléctricos circulando por la carretera. Para llegar al extremo superior el porcentaje debería ascender hasta el 35% del parque de vehículos. El ministro de Medio Ambiente del país, Kim Sung-hwan, ha mostrado la preocupación del Gobierno y ha afirmado: “Necesitamos reducir los vehículos de combustión interna al doble del ritmo actual”. Si bien la prohibición es una medida factible, ha quedado demostrado en Europa que no es la opción que más anime a los conductores.