Las baterías de estado sólido son el próximo paso en la evolución de la movilidad eléctrica. Todo el mundo corre para ofrecer las primeras pilas de producción en masa, aunque todavía no hay ninguno que haya dado con la fórmula ganadora, por ahora. La Academia China de Ciencias (CAS) acaba de dar un paso decisivo hacia el futuro de la movilidad eléctrica: ha presentado un innovador prototipo de batería sólida con polímeros que promete mayor densidad energética y estabilidad de corriente. Aunque aún no está lista para producción en masa, este avance abre la puerta a una nueva generación de baterías para coches eléctricos e híbridos enchufables.
La tecnología de baterías de estado sólido es considerada la próxima frontera en el desarrollo de baterías para automoción, ya que elimina muchos de los riesgos asociados a los líquidos electrolitos (como fugas) y permite mayores capacidades energéticas. En su anuncio, el equipo del Instituto de Investigación de Metales, dependiente de la CAS, detalla que la integración de polímeros con moléculas “ethoxy” y cadenas cortas de azufre favorece la flexibilidad, la conducción iónica eficiente y la resistencia mecánica.

Un desafío clásico de las baterías sólidas es la poca eficiencia en la interfaz entre el electrodo y el electrolito sólido. Esa resistencia interfacial reduce el transporte iónico y, por lo tanto, el rendimiento general. El nuevo diseño de la CAS mejora este punto crítico, alcanzando una densidad energética de hasta el 86 % y soportando más de 20.000 ciclos de flexión sin degradarse.
¿Por qué este avance es relevante para híbridos y eléctricos?
Para vehículos completamente eléctricos (BEV) y para híbridos enchufables (PHEV), la mejora en tecnología de baterías supone:
- Mayor autonomía real: al elevar la densidad energética, los coches podrían recorrer más kilómetros con una sola carga.
- Seguridad incrementada: al eliminar los electrolitos líquidos, se reducen riesgos de fugas o degradación térmica.
- Vida útil ampliada: la capacidad de resistir múltiples ciclos de carga y descarga sin perder eficiencia juega un papel clave en la durabilidad del vehículo.
- Diseños más compactos y ligeros: al optimizar la estructura interna de la batería, se abre la puerta a packs más pequeños que dejan espacio para otras mejoras.
Aunque el prototipo es prometedor, los científicos de la CAS reconocen que aún se trata de investigación básica. No hay plazos confirmados para su producción industrial ni su incorporación a productos comerciales inmediatos. Hace ya tiempo, la mayor autoridad del coche eléctrico en China advirtió que “las baterías de estado sólido aún están a años de distancia”. En esta carrera del futuro también están implicadas las marcas. Algunas ya han presentado modelos de producción como Mercedes o Volkswagen, a través de su socia energética QuantumScape.

Sin embargo, este avance se produce en un contexto donde varias empresas chinas ya están explorando líneas piloto de baterías sólidas. Por ejemplo, Farasis Energy ha iniciado producción experimental de baterías de estado sólido con capacidad de hasta 0,2 GWh, y Anhui Anwa, respaldada por Chery, ha revelado muestras preliminares de células SSB (Solid-State Battery). Este panorama sugiere que el sector automotriz chino intensifica la carrera hacia el reemplazo de baterías convencionales por tecnologías más avanzadas.