Marc Basseng, al conducir el coche más rápido del mundo (que es eléctrico): “Sentí que sería bastante fácil”

El piloto a los mandos del Yangwang U9X que alcanzó los 496.22km/h explica cómo se sintió a los mandos del hiperdeportivo eléctrico.

Yangwang U9X
Basseng ha llegado donde nadie con un coche de producción.
29/09/2025 09:00
Actualizado a 29/09/2025 09:00

No todos los días tiene uno la oportunidad de ponerse a los mandos de un automóvil para conseguir el récord de ser el coche más rápido del mundo. Hace apenas unos días, Marc Basseng la tuvo, cuando fue el encargado de manejar el Yangwang U9X para desbancar al Bugatti Chiron Super Sport 300+. Ahora, ha compartido cómo se sintió durante el evento.

Lo primero es rememorar la hazaña: su objetivo era batir los 490.484 km/h (304.48 mph) de velocidad máxima logrados por el Bugatti, algo que hizo con creces al lograr una punta de 496.22km/h (308.4 mph) en el ATP Automotive Testing Papenburg en Alemania. Lo consiguió gracias a un sistema de propulsión mejorado en múltiples aspectos con un sistema eléctrico de ultraalto voltaje de 1200 V, cuatro motores de ultraalta velocidad que desarrollan una potencia total de 3.000 CV y una batería Blade de fosfato de hierro y litio con una tasa de descarga de 30° C.

 

Una experiencia única

Cuando consiguió el récord, Basseng declaró: “Este récord solo fue posible gracias a su increíble rendimiento. Técnicamente, algo así no es posible con un motor de combustión. Gracias al motor eléctrico, el coche es silencioso, no hay cambios de carga y eso me permite concentrarme aún más en la pista”.

Sin embargo, ahora ha concedido una entrevista a Autocar en la que se ha explayado: “Después del primer intento, sentí que sería bastante fácil, porque la aceleración y la potencia de este coche son absolutamente increíbles. Y luego pensé que no me llevaría mucho tiempo, quizá dos o tres días. En la ATP siempre hay un límite de tiempo, así que no puedes ir tan rápido como quieras todo el tiempo”.

A pesar de ello, admite la complejidad que supone circular a tan altas velocidades: “Las cosas cambian drásticamente. Si alcanzas los 400 km/h (250 mph), ya es algo especial, y luego, cada 20 km/h [por encima de eso], todo cambia una y otra vez. Ir más rápido, más cerca de los 500 km/h, es completamente diferente, porque la resistencia que actúa sobre el coche se eleva al cuadrado”.

Yangwang U9 Xtreme
Yangwang U9 Xtreme.

Una precisión milimétrica

El circuito del ATP tiene en su trazado una recta de 4 kilómetros de longitud en la que los ingenieros de BYD y Yangwang confiaban en que podrían romper el récord, pero llegar a ese punto es un proceso progresivo de aumento de velocidad en el que hay que evaluar el rendimiento del coche en cada momento.

Explica que el U9X tenía estabilidad suficiente como para “quitar las manos del volante a 340 km/h”, pero que aún así descartó la idea, puesto que a esa velocidad cualquier mínimo movimiento tiene unas consecuencias enormes, con desvíos que pueden significar un accidente: “hay que estar muy concentrado. Los controles de dirección son muy sutiles. No hablamos de un grado. Es menos de un grado”.

Cuando le preguntaron si no se había frustrado por no conseguir la cifra redonda de los 500 km/h, señaló que “no hay nada de frustrante en ello. Batimos el récord por unos seis kilómetros por hora y estoy totalmente de contento con ello”. Sobre la posibilidad de alcanzarlos, cree que en teoría el coche puede, pero que “otros 6 km/h más pueden marcar una gran diferencia, las cosas pueden ser completamente diferentes”.

Además, cree que un hito así es algo que solo es posible en un modelo 100% eléctrico: “Con cada cambio [en un coche con motor de combustión interna] se corta la potencia. El coche necesita empujar de nuevo”, algo que no ocurre con un eléctrico, en el que “puedes concentrarte solo en la dirección y mirar lo más lejos posible [hacia adelante]. Nunca miraba el salpicadero”.