Mercedes lo tiene claro: eléctricos o de combustión, sus nuevos coches tendrán el mismo diseño

La marca deja atrás la época de la gama EQ y, de ahora en adelante, estéticamente no se podrán distinguir las diferentes motorizaciones.

Mercedes
El nuevo Mercedes GLC marca el camino a seguir.
02/10/2025 13:00
Actualizado a 02/10/2025 13:00

En los albores de los coches eléctricos, pero también ocurrió con los primeros híbridos, parecía que cualquier coche que no utilizara un sistema de propulsión de combustión tradicional tenía que lucir una imagen que, cuanto menos, era particular. Las marcas sentían la necesidad de diferenciar sus modelos más avanzados tecnológicamente, pero normalmente para mal. La situación ha evolucionado hasta el punto de que fabricantes como Mercedes tienen claro que, a partir de ahora, todos sus coches, sin importar lo que tengan bajo el capó, tendrán el mismo diseño.

Es algo que se ha podido ver en sus modelos de los últimos años, desde el nacimiento de la familia EQ hasta los nuevos GLC y Clase C, en los que el cambio de denominación a versiones “con tecnología EQ” ya deja bastante claro la intención de la marca alemana de unificar la gama.

Con un consumo homologado de 14,8 kWh el nuevo GLC es capaz de ofrecer 700 km de autonomía.
La gran parrilla será un elemento diferenciador.

Ya no es necesaria la diferenciación

Hasta hace nada, Mercedes ofrecía un catálogo de modelos duplicados, con los térmicos siguiendo la nomenclatura tradicional y, en paralelo, sus alternativas eléctricas (EQS, EQA , etc.). La diferenciación no era solo por su nombre, también por su estética, con un diseño característico para los modelos de cero emisiones, con un conjunto frontal que integraba parrilla y grupos ópticos que era fácilmente reconocible.

Sin embargo, en el recién presentado GLC esto ha dejado de ser así (el adelanto del Clase C demuestra que con él ocurrirá lo mismo), presentando un diseño único que, eso sí, presenta variaciones según el tipo de mecánica empleada, como, por ejemplo, una parrilla con entradas de aire o completamente cerrada.

Respecto al porqué de este cambio de enfoque, Markus Schäfer, director de tecnología de la compañía, ha hablado con el medio australiano wichcar.com: “Los ‘early adopters’ querían ser diferentes. Querían demostrar que conducían un coche eléctrico, pero ahora estamos entrando en la adopción masiva y los clientes no quieren mostrar que conducen un vehículo eléctrico. Quieren la misma forma, independientemente del sistema de propulsión”.

El resumen es que, mientras que en un primer momento era necesario diferenciar a los coches eléctricos para hacerlos notar y que destacaran entre el resto de vehículos para darse a conocer, conforme se va normalizando el uso de este tipo de mecánicas, esa necesidad disminuye. De hecho, puede incluso darse la vuelta a la situación, con los conductores prefiriendo no ir anunciando a bombo y platillo qué tipo de coche manejan.

Mercedes Clase C
El siguiente Mercedes Clase C seguirá la misma línea.

Iguales por fuera, pero no por dentro

A pesar de este enfoque en lo estético, Mercedes sigue creando plataformas específicas para sus modelos de cero emisiones y para el resto. Al ser preguntado porqué no directamente hacer una plataforma compartida para todos, Schäfer considera que no es una buena idea.

“En el futuro, el sistema de propulsión será el mismo. La inteligencia del MB.UX será la misma, pero la plataforma es diferente. ¿Por qué hacemos esto? Al final, se están haciendo concesiones al intentar comprimir diferentes tipos de transmisión en una sola plataforma, especialmente si se buscan motores longitudinales como los de seis y ocho cilindros, o híbridos, se está reduciendo el espacio para las baterías. Estas se hacen más pequeñas y no son suficientes para una buena autonomía. Esto ocurre con la Clase C, la Clase E, la Clase S, etc.”, explica.

“Integrar ambos sistemas de propulsión en la misma plataforma implica, en última instancia, un compromiso, y no queremos ofrecer coches comprometidos [a nuestros clientes]”, concluye. El punto de vista es lógico ya que, aunque el envoltorio sea el mismo, los componentes de un sistema de propulsión de uno y otro tipo son muy diferentes, por lo que, para ofrecer una configuración óptima en cada caso, es necesario crear cada plataforma de manera específica.