Nvidia ha jugado un papel fundamental en la industria del automóvil durante los últimos años. En plena pandemia, cuando la escasez global de semiconductores afectó al sector, la empresa estadounidense ganó un protagonismo destacado. Tanto es así que, tras ese período, se consolidó como socio tecnológico de grandes marcas como BYD, Hyundai, Mercedes-Benz y Volvo.
Hoy en día, Nvidia se ha posicionado como el principal diseñador del “cerebro digital” de los vehículos actuales y futuros. Recientemente, Jensen Huang, CEO de Nvidia, afirmó que “la compañía dejó de ser solo un fabricante de chips hace tiempo”, marcando con ello una nueva dirección para la empresa.

Una oportunidad de crecimiento multibillonaria
Huang ha puesto la mira en la próxima oportunidad de Nvidia. Después de la inteligencia artificial, el CEO de la compañía reveló que considera la robótica, en particular los coches autónomos, el mercado con el mayor potencial: “representa una oportunidad de crecimiento multibillonaria”, asegura.
También considera que la adopción de la robótica requerirá de potentes chips de inteligencia artificial para entrenar el sofisticado software, así como chips especializados que se instalarán directamente en vehículos autónomos y robots.
“Estamos trabajando para que llegue el día en que haya millones de robots, cientos de millones de vehículos autónomos y ciento de miles de fábricas robóticas que puedan funcionar con tecnología Nvidia”, explicó Huang.
Al mismo tiempo, el CEO, describió a Nvidia como una “infraestructura de inteligencia artificial”, que además ofrece más tecnologías complementarias como software, servicios en la nube y chips de red para integrar aceleradores de IA. Por ello, Huang declaró que “hace mucho tiempo que dejamos de pensar en nosotros mismos como una empresa de chips”.

Todo este crecimiento llevó, recientemente, a Nvidia a impulsar su capitalización de mercado a aproximadamente 3,75 billones de dólares, posicionándose brevemente como la compañía más valiosa del mundo por delante de Microsoft.