China no solo se ha convertido en el epicentro mundial de la información en torno al vehículo eléctrico. China se ha posicionado como el principal mercado automovilístico del mundo. En 2024, solo en China se vendieron más coches que la suma de Europa y Estados Unidos. Más de 34 millones de vehículos en 12 meses. A pesar de las cifras inmensas que maneja el mercado chino, las compañías europeas siguen retrocediendo puestos en las listas de éxitos. Porsche trata de recomponerse y para acelerar el desarrollo de sus productos acaba de inaugurar un nuevo centro de I+D a las afueras de Shanghái.
A falta de una palabra más acertada, las ventas chinas de Porsche en lo que llevamos de año son, cuanto menos, malas. Entre enero y septiembre la empresa reportó un 26% menos de matriculaciones con respecto al mismo periodo del año anterior, que tampoco fue bueno. Los conductores chinos han cambiado su forma de comprar coches. Antes, las marcas europeas estaban consideradas como las mejores. Hoy, con una oferta saturada y con procesos de producción muy evolucionados, los chinos prefieren comprar coches de marcas chinas. El problema de Porsche es escalable a toda la industria.

El primer centro de I+D de Porsche fuera de Alemania
Sin embargo, los de Stuttgart muestran una mayor debilidad dada su estrategia a corto y medio plazo. Porsche decidió apostar por la electricidad muy pronto y centró sus pasos en una dirección que ha perdido fuerza. Los coches eléctricos siguen sin ser la opción de compra principal de los conductores de todo el mundo. Los resultados de esta decisión saltan a la vista. El Porsche Taycan, el primer Porsche eléctrico de la historia, ha pasado de ser un éxito a apenas vender unas pocas unidades por todo el mundo. La Serie 718, que debería haberse presentado ya (será eléctrica), ha retrasado su puesta de largo.
El verdadero pánico llega en la forma de los Porsche Macan y Porsche Cayenne. Los modelos más vendidos de la compañía, los pilares fundamentales sobre los que articula la empresa, también optarán por la electrificación. El Macan eléctrico ya está a la venta, con resultados positivos, aunque los alemanes ya trabajan en versiones térmicas. Caso similar ocurre con su hermano mayor. La nueva generación del Porsche Cayenne está a punto de presentarse con una larga lista de innovaciones técnicas, pero será eléctrico. Muchos temen que esta decisión acarree desagradables consecuencias para la marca.

El centro de I+D de 10.000 metros cuadrados abierto a las afueras de Shanghái es mucho más importante de lo que se aprecia a simple vista. Tal es su repercusión que a la inauguración ha ido el mismísimo CEO del Grupo Volkswagen, Oliver Blume. Blume ha señalado que China se ha convertido en un centro neurálgico para la electrificación y la innovación digital, y que el ritmo de cambio en el mercado local ha superado la capacidad de los modelos de desarrollo tradicionales. En consecuencia, la empresa necesita transferir la autoridad del desarrollo a equipos locales. El centro se centrará en el desarrollo de sistemas integrados de infoentretenimiento (hardware y software) y soluciones de asistencia al conductor adaptadas a China.