El coche eléctrico ha sido el elemento más disruptivo en la historia reciente del sector automovilístico. La llegada de los primeros vehículos eléctricos nos ha demostrado que es posible movernos sin contaminar. Cada vez podemos viajar más rápido y más lejos, pero antes o después la energía acumulada en las baterías se agotará. Es entonces cuando entra en juego una de las fases más críticas de la experiencia eléctrica; la recarga. BYD quiere ahora revolucionar el mundo de la carga europea. Los chinos quieren exportar su nueva red de carga ultrarrápida en Europa. Hasta 1.000 kW de potencia.
No se puede negar que BYD ha irrumpido en el Viejo Continente con una fuerza arrolladora. Los de Shenzhen han llegado con una gama muy atractiva y con mucho dinero bajo el brazo. Su nombre empieza a sonar con cada vez más fuerza en la cabeza de millones de conductores europeos. Muchos se sienten atraídos por sus productos de gran relación calidad-precio. En España han conseguido triunfar con su primer híbrido enchufable, el BYD Seal U, mientras que por toda Europa la gama crece rápidamente gracias a la llegada de productos recientes como el BYD Dolphin Surf que ya hemos probado.

BYD quiere conquistar todas las áreas de la movilidad eléctrica en Europa
Aunque Tesla no se encuentre en su mejor momento lleva años demostrando que tan importante es el producto como la carga. Los americanos no sólo revolucionaron la forma en la que nos movemos, sino que supieron generar ese ecosistema propio de movilidad que ningún otro fabricante en el mundo ha sabido igualar. Tesla cuenta con la red de carga más fiable, expandida y satisfactoria de todas las que hay. Es el estándar de referencia para los clientes de un coche eléctrico. Si quieres cargar sin problemas y rápido acude a un punto de Tesla. Poco a poco sus rivales ganan protagonismo. Ionity también ha anunciado recientemente una considerable mejora en sus puntos de carga, hasta 600 kW.
A principios de año BYD presentó en sociedad sus nuevos puntos de carga ultrarrápida. Estaciones capaces de cargar a una potencia máxima de 1.000 kW. Cuesta imaginarse cuánto es eso. A máximo rendimiento las nuevas estaciones de BYD son capaces de recuperar 2 kilómetros de autonomía por segundo. O lo que es lo mismo, 400 kilómetros de alcance en apenas 5 minutos de conexión. Hay pocos coches en el mundo capaces de aprovechar semejante tasa de recuperación. BYD ha presentado dos de ellos. Sus primeros coches con carga de 1 MW. En China ya están desplegados los primeros puntos.

Ahora sabemos que los de Shenzhen tienen planes para traer a Europa esa red de carga extraordinariamente rápida, aunque todavía no se ha dado forma a la idea. BYD quiere luchar en todas las categorías que rodean a la movilidad eléctrica, desde el coche hasta la carga. En Europa son pocos los puntos capaces de alcanzar 1 MW de potencia. Los primeros fueron instalados para camiones eléctricos. BYD lo hará para turismos. Mejorar la red de carga supone derribar uno de los principales muros que esgrimen los negacionistas del coche eléctrico.