Fue uno de los grandes reclamos de Dodge durante el desarrollo y la presentación del primer muscle car eléctrico de la historia. Los americanos aseguraron que su deportivo impulsado por baterías sería capaz de suplir cualquier vieja demanda de la combustión, sonidos incluidos. Para suplir la falta del motor V8, Dodge (Stellantis) introdujo un sistema de escape falso que hoy le ha costado una llamada a revisión en Estados Unidos. 8.000 coches se han visto afectados por el problema.
Uno de los argumentos que esgrimen los más acérrimos críticos del coche eléctrico es la falta del sonido de escape. Los muscle car basan en el sonido gran parte de su atracción. Poderosos rugidos que elevan la sensación de conducción. Para suplir esa necesidad, los ingenieros han buscado soluciones falsas que, en la mayoría de casos, no están bien resueltas. El sonido es un factor fundamental en un deportivo. Ferrari está creando su propio escape falso para su primer coche eléctrico. Hyundai ha hecho lo propio, con bastante acierto la verdad, para el primer N eléctrico de la historia. Abarth ha ‘copiado’ a sus hermanos americanos con no mucho éxito para su primer hot hatch.

Más problemas para el primer muscle car eléctrico de la historia
Si bien estos sistemas pueden resultar interesantes, han demostrado ser poco efectivos a la hora de suplir sensaciones. Stellantis tiene ahora que enfrentarse al problema de una llamada a revisión. Según citan algunas fuentes americanas, la NHTSA ha emitido una alerta de seguridad para 8.390 unidades del Dodge Charger Daytona eléctrico debido a que puede faltar un amplificador externo fundamental para que el coche emita sonidos exteriores, incluidos los sonidos de advertencia para peatones exigidos por el gobierno federal en todos los vehículos eléctricos.
Los vehículos fabricados entre el 30 de abril de 2024 y el 18 de marzo de 2025 tienen que pasar por el taller oficial para corregir el problema. Es decir, la totalidad de la producción del Charger Daytona. Sin el parche de seguridad, los vehículos no cumplen con los requisitos de las Normas Federales de Seguridad de Vehículos Motorizados (FMVSS) n.° 141. La norma exige que los vehículos eléctricos e híbridos utilicen dispositivos de sonido cuando circulen a menos de 30 km/h, la velocidad más segura para los peatones. Ahora mismo, el Charger Daytona emite los sonidos equivocados y por lo tanto tendrá que pasar por el taller para corregirlo.

Este es el menor de los problemas para el Charger Daytona eléctrico. El problema principal es que no se vende. Se ha demostrado que la era de los muscle car eléctricos todavía no ha llegado. Dodge se ha visto obligada a reducir la oferta disponible. Ha eliminado las versiones de acceso para centrarse exclusivamente en las unidades más potentes. A pesar de ello, el tirón comercial es significativamente bajo. Ni el precio ni el rendimiento parece haber satisfecho a los clientes americanos más exigentes. Otras marcas como Ford han retrasado o directamente anulado el desarrollo de productos similares hasta que el panorama eléctrico sea mucho más positivo.