Sus híbridos son un éxito, pero Toyota quiere fabricar en Europa muchos de sus coches eléctricos

Toyota nunca ha tenido prisa por lanzar al mercado coches eléctricos. Sin embargo, ahora los japoneses parecen haber pisado el acelerador para conquistar el mercado eléctrico.

Toyota aspira a la neutralidad de emisiones en 2035.
Toyota aspira a la neutralidad de emisiones en 2035.
01/08/2025 06:30
Actualizado a 01/08/2025 06:30

A pesar de que Toyota triunfa con sus coches híbridos, las normativas europeas pronto exigirán un mayor control sobre las emisiones contaminantes. La huella de carbono de una empresa no sólo tendrá en cuenta la contaminación del producto durante su ciclo de uso, también durante todos los procesos que se integran en su ciclo de vida. Toyota produce muchos de sus coches fuera de la Unión Europea, pero ahora, tal y como afirman fuentes japonesas, Toyota empezará a producir coches eléctricos en Europa a partir del 2028 en la planta de la República Checa.

Actualmente los japoneses tienen repartidos varios centros de producción por todo el Viejo Continente (Francia, Portugal, República Checa y Polonia), o sus proximidades (Reino Unido y Turquía). Toyota lleva más de medio siglo fabricando coches en Europa. La primera planta en entrar en servicio fue la ubicada en Ovar, Portugal. Se estima que los japoneses producen aquí unas 800.000 unidades al año y a lo largo de estas cinco décadas son más de 15 millones los coches fabricados en Europa. A partir de 2028 habrá unos cuantos más.

Toyota Urban Cruiser
El Urban Cruiser llegará a los concesionarios este año, pero no a los de España.

100.000 coches eléctricos fabricados en Europa a partir de 2028

Bruselas ha retrasado los planes para la nueva normativa de emisiones. Ha dado un plazo de tres años, contando a partir de 2025, para que los fabricantes de coches reduzcan su huella de carbono. Eso quiere decir que la producción local tendrá un mayor impacto en las emisiones. Ante este nuevo problema, Toyota ha decidido que tendrá que producir unos 100.000 coches eléctricos por año en la fábrica de la República Checa. Las ya mencionadas fuentes aseguran que el primer modelo en entrar en ciclo de producción será un SUV, aunque no se especifica cual.

Toyota, al igual que muchas otras compañías, no ha tenido unos inicios eléctricos positivos. La llegada del Toyota bZ4X no ha tenido la acogida esperada, pero los japoneses comprenden perfectamente que es una carrera de largo recorrido. El bZ4X ha mejorado significativamente con el paso de los años. Su precio se ha ajustado y hoy sí es un digno rival de modelos como el Model Y. Pronto sumará nuevos hermanos eléctricos a la familia, aunque al contrario de estos no emplearán la extravagante combinación alfa numérica. En el pasado Salón de Bruselas los japoneses presentaron los nuevos Toyota Urban Cruiser y Toyota C-HR+ como los próximos integrantes 100% eléctricos.

Toyota CHR+
El primer eléctrico que Toyota produzca en Europa será un SUV, aunque no se sabe cuál.

Un paso que deja muy claro que los objetivos de Toyota pasan por convertirse en una marca neutra en carbono en 2035 y en triplicar la oferta eléctrica a escala global para el año 2027. Para entonces esperan fabricar 1 millón de coches eléctricos por curso, siete veces más de lo ensamblado el año pasado. Mientras tanto, sus híbridos seguirán tirando del carro empresarial. Lo bueno de Toyota es que hoy por hoy no depende de sus eléctricos para ganar dinero. Es el mayor fabricante del mundo y siempre ha defendido una postura de “just in time”. Los eléctricos llegarán a su debido tiempo.

Ese momento parece haber llegado. La República Checa tendrá que adaptar sus líneas de montaje para acoger la producción de vehículos eléctricos. Actualmente, la planta de Kolín, se encarga de parte de la producción del Toyota Yaris y de la producción en exclusiva del pequeño Aygo, que recientemente ha sido renovado para convertirse en el híbrido más barato, pequeño y eficiente de todos los disponibles en el mercado. La fabricación de coches eléctricos en Europa no sólo reducirá la huella de carbono de la empresa, sino que también podría suponer una reducción en las tarifas de venta.