Ni rosa, ni amarillo ni gris, el hidrógeno que está adquiriendo cada vez más peso en la industria del automóvil en general y en España en particular es el llamado hidrógeno verde, el que procede de la electrolisis generada a través de energía renovables.
Hace unos días hablábamos de la planta electrolizadora que producirá hidrógeno verde en Granja de Moreruela, en Zamora, siendo una de las plantas más grandes de Europa. Y también hay que destacar el papel del hidroducto H2Med, que atravesará la provincia para transportar hidrógeno verde desde Portugal a Francia y luego a Alemania, que se convertirá en el primer gran corredor verde de Alemania y un eje energético clave en Europa.
Ahora le llega el turno al Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) que ha presentado los resultados de su proyecto HysTeC, en el que uno de los avances más destacados ha sido el desarrollo de electrodos sostenibles fabricados a partir de restos de biomasa forestal para su uso en pilas de combustible tipo PEM (membrana de intercambio de protones).
El proyecto ha contado con el apoyo financiero del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y la Unión Europea, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), bajo el expediente IMDEEA/2023/30, lo que ha sido clave para su desarrollo.
Este avance representa un importante hito para reducir la huella de carbono en la producción de hidrógeno y, al mismo tiempo, promueve la economía circular al aprovechar residuos de origen agroforestal.
Como explica María Porcel, responsable del proyecto, “existe la necesidad de descarbonizar nuestras actividades y una de las opciones es el empleo de hidrógeno renovable. Para que el hidrógeno renovable sea competitivo en cuanto a coste y eficiencia es necesario hacer I+D, de ahí que surgiera HysTeC para acelerar el desarrollo de soluciones tecnológicas que contribuyan en la descarbonización del sistema energético”.
Biomasa en la fabricación de electrodos
Gracias a esta innovación, el proyecto HysTeC ha logrado mejorar tanto la eficiencia como la sostenibilidad de las pilas de combustible, reduciendo la dependencia de materias primas críticas y sustituyéndolas por materiales más respetuosos con el medio ambiente. Al emplear biomasa en la fabricación de estos electrodos, normalmente se evita el uso de componentes que generan emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye a una producción de energía mucho más limpia.
“El material sostenible empleado en HysTeC, ha sido material carbonoso procedente de biomasa, habitualmente como material carbonoso, que hace de soporte de catalizador, se emplea negro de carbón, obtenido mediante el quemado parcial de residuos de petróleo”, insiste Porcel. De ahí lo novedoso del proyecto.
Además, otro resultado clave de HysTeC ha sido la implementación de estrategias avanzadas de gestión y control en una planta piloto para la producción de hidrógeno renovable. “Estas estrategias están diseñadas para optimizar el rendimiento de la planta y contemplan distintos escenarios de degradación de los componentes. Esto permitirá reducir significativamente los costes de producción del hidrógeno a lo largo de la vida útil de las instalaciones, mejorando así la viabilidad económica de esta tecnología renovable y reforzando su papel en la transición hacia un modelo energético más sostenible”, señalan desde la compañía.
Soluciones para toda la cadena de valor del hidrógeno
En palabras de Porcel, “en HysTeC se aborda tanto la producción de hidrógeno de forma optimizada, gracias a los algoritmos desarrollados, como el uso del hidrógeno para la producción de energía eléctrica en pilas de combustible. Es decir, en un mismo proyecto se han desarrollado soluciones tecnológicas para casi toda la cadena de valor del hidrógeno”.
Además, se ha implementado un banco de ensayos destinado a probar y validar los componentes de electrolizadores PEM, una tecnología clave para la producción de hidrógeno verde. Este banco de ensayos resulta fundamental para garantizar la fiabilidad y durabilidad de estos sistemas, lo que contribuirá a su adopción masiva en el mercado.
Desde su inicio, el proyecto HysTeC ha estado alineado con los objetivos del Pacto Verde Europeo, que busca acelerar la implementación de tecnologías limpias y descarbonizar la economía europea, especialmente a través de su implantación en el sector de la automoción.
El hidrógeno verde juega un papel central en esta estrategia, debido a su potencial para sustituir los combustibles fósiles y su capacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. “El hidrógeno como combustible en aplicaciones de movilidad es usado en pilas de combustible, dispositivos que transforman el hidrógeno en energía eléctrica sin producir emisiones, tan solo agua. En HysTeC se han desarrollado electrodos para pila de combustible empleando restos de biomasa de origen agroforestal, es decir, pilas de combustible más sostenibles”, insiste Porcel.
Todo ello tiene un efecto claro sobre la industria del automóvil. “Actualmente los vehículos propulsados por hidrógeno son minoría, pero es fundamental incrementar el número de vehículos propulsado por este combustible, sobre todo para la descarbonización del transporte pesado. El sector transporte y la industria del automóvil podrán beneficiarse de estas soluciones”.
El proyecto HysTeC ha sido posible gracias a la colaboración con diferenes empresas valencianas, entre las que se encuentran Grupo Dominguis Energy Services (GDES), Laurentia Technologies R&D, Hydros Power, AboWind, Regenera Levante e Inmatex.
Entre los próximos objetivos, como señala Porcel, “existen numerosos retos que superar para acelerar el despliegue y uso de tecnologías de hidrógeno, aunque HysTeC haya finalizado, el ITE está comprometido con contribuir a la descarbonización del sistema energético, y en concreto en tecnologías de hidrógeno, continuaremos mejorando la eficiencia, reduciendo costes, siempre considerando soluciones sostenibles”.