Por primera vez, la legislación española reconoce de forma explícita a la bicicleta como medio de transporte prioritario: ha sido en la Ley de Movilidad Sostenible, recientemente aprobada por el Congreso de los Diputados.
La bicicleta, junto a los desplazamientos a pie, constituye un pilar fundamental en esta nueva Ley. Y es que se enmarca dentro de lo que se ha denominado 'movilidad activa' (definición que se introduce por primera vez), que se entiende como los desplazamientos realizados por medios que no sean motorizados y que utilizan la actividad física humana.
Y, ¿esto qué implica? Pues un paso muy importante para que se tome en serio a las bicicletas: de esta manera, las políticas públicas y la planificación urbana deberán tener en cuenta a la bicicleta como un elemento primordial en los desplazamientos diarios, ya sean por motivos laborales o recreacionales.

Todo se orienta con un fin: reducir la dependencia del vehículo privado motorizado, en especial en entornos urbanos. En este ámbito, la bicicleta se erige como un medio de transporte fundamental para conseguir dicho fin, siendo clave en las políticas de movilidad, tanto en los desplazamientos urbanos como en los interurbanos.
Educación: fundamental desde pequeñitos
Se habla en ocasiones de que en nuestro país no existe 'cultura' de bicicleta como medio de transporte. En España entendemos a la bicicleta como un elemento pasional enfocado a la diversión en su máxima expresión. Sin embargo, nos cuesta mucho entenderla como un medio de transporte. Esta nueva Ley quiere acabar con eso y para ello promoverá la cultura de la movilidad activa desde la infancia, así como en el entorno laboral.
Formación en seguridad vial, campañas de hábitos saludables y programas que fomenten el uso de la bicicleta entran dentro de los planes que se pretenden establecer con la nueva Ley.

La educación también incluye otros aspectos: se declara a los ciclistas como usuarios vulnerables, por lo que se promoverán medidas específicas para garantizar su seguridad y la adaptación del diseño urbano a sus necesidades específicas. El texto promueve una relación armoniosa entra la normativa vigente de tráfico y la planificación urbana: y es que se pretende reducir la siniestralidad y fomentar la convivencia entre todos los diferentes medios de transporte.
Desarrollo de nuevas infraestructuras
La obligación de desarrollar infraestructuras que sean seguras y accesibles para los ciclistas (como son los carriles bici) entran dentro de los planes de desarrollo de la nueva Ley. De nada sirve anunciar 'a bombo y platillo' los beneficios de la bicicleta si no se facilita su uso. Otro aspecto: integrar a la bicicleta en otros medios de transporte, es decir, poder portar a nuestras queridas compañeras en el autobús, el metro o el tren.
Podemos ver en la Ley que se exige la incorporación de criterios de movilidad activa en los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y en los Planes de Transporte al Trabajo.

Y es que esta nueva normativa también reconoce la Estrategia Estatal para la Bicicleta, algo fundamental para redirigir las políticas públicas, reforzando el vínculo entre las diferentes administraciones, haciendo que las acciones estén en línea con la promoción y seguridad del uso de la bicicleta. Más información en: AMBE (Asociación de Marcas de Bicicletas de España)AMBE (Asociación de Marcas de Bicicletas de España)