A pesar de los inconvenientes económicos que la llegada de los fabricantes chinos pueda provocar a Europa, para el consumidor también supone algunas ventajas. Además de un aumento de la competencia y la consiguiente reducción de los precios de los coches eléctricos, también han rescatado del olvido una idea que en occidente nunca ha tenido mucha aceptación: el intercambio de baterías.
En este contexto, hace unos años, Ample se presentaba como una empresa tecnológica que, según su propia definición, está enfocada en resolver el desafío de la recarga de vehículos eléctricos. En ese momento se encontraba en una fase todavía embrionaria y precisaba de una ronda de financiación que fue liderada por Shell y a la que acudieron otras empresas como Repsol Energy Ventures, el fondo de capital riesgo de la petrolera española para inversiones en startups.
Unos cuantos años después, Ample presentaba su primera estación de intercambio de baterías, capaz de realizar la operación en 10 minutos.
Segunda generación: todo va más rápido
Recientemente, y aprovechando el lanzamiento del Fisker Ocean, la empresa anunciaba la compatibilidad de su sistema con el primer SUV eléctrico del fabricante americano. Lo que no dijo en ese momento fue que se beneficiaría de una estación de intercambio de segunda generación que reduce a la mitad el tiempo de espera para completar el proceso. En lugar de los diez minutos actuales que lleva reemplazar todos los módulos de batería, la nueva estación requiere solo cinco.
Como afirma la propia Ample, estos sistemas tienen todo un reto por delante: "la experiencia eléctrica ha exigido demasiado a los conductores: demasiados cambios y la aceptación de compromisos que, no solo obstaculizarán, sino que disuadirán de la adopción masiva de los vehículos eléctricos".
La compañía basa las excelencias de su proyecto en los tiempos de carga y las muestras aprovechando su trabajo con las flotas. Con los sistemas de carga cableados convencionales "los conductores pueden pasar entre 10 y 12 horas (o el 25% de una semana laboral), en una estación de carga". Para un vehículo que tiene que ofrecer el mejor coste por kilómetro posible, las baterías solo son una solución si reducen su tiempo de carga al mismo que supondría repostar un tanque de combustible.
Pero con la tecnología de las baterías actuales, eso es imposible. Incluso con las celdas de electrolito sólido en el mercado, el problema no se resolverá. “Es posible que se reduzcan los tiempos de espera, pero no serán comparables con los del reabastecimiento de combustible”.
¿La competencia?
Con sus cinco minutos, Ample prácticamente iguala a las otras soluciones de intercambio de batería que provienen de China, como las que ofrece CATL con sus estaciones Choco-SEBs o NIO y su tecnología Power Swap, con las que declara que es capaz de realizar un intercambio en tres minutos, superando a las de Ample.
Sin embargo, esta comparación no es justa. Mientras que NIO reemplaza un solo componente, la batería completa, Ample intercambia varios módulos del tamaño de una caja de zapatos puesto que trabaja con baterías modulares. Probablemente, el tiempo de intercambio varíe dependiendo de la cantidad de módulos que se reemplacen.
La batería de un coche eléctrico compacto puede tener alrededor de 10 módulos, mientras que un vehículo mediano puede albergar de 16 a 20 módulos. Es natural esperar que un coche con el doble de módulos de batería tarde el doble de tiempo en sustituirlos. Por ahora, Ample no ha ofrecido más detalles al respecto. Simplemente, anuncia el avance en tiempo frente a la primera generación.
Otras ventajas
Según la empresa, otra ventaja de estas nuevas estaciones es que se montan en tres días en lugar de necesitar semanas como la generación anterior. Ample entrega las estaciones "en unas pocas secciones pre construidas que se ensamblan en la ubicación final simplificando la instalación". También se pueden "montar en paralelo de manera fácil para trabajar sobre varios vehículos a la vez".
Otra ventaja es la "experiencia de usuario mejorada con un sistema más seguro y optimizado que nunca". Amper trata de mostrarlo en un vídeo, aunque en él solo se muestra el proceso cuando el automóvil ya está sobre la plataforma.
El objetivo de Ample es facilitar el proceso de intercambiar las baterías con un sistema de módulos que haga que los vehículos sean mucho más asequibles. Su intención es comercializarlo bajo la fórmula BaaS (Battery as a Service), es decir, como un servicio de alquiler que permitirá que los propietarios de automóviles no tengan que preocuparse por el componente más caro y también más delicado de sus vehículos eléctricos.
Con los módulos de batería intercambiables, los conductores pueden optar por utilizar solo una parte de la capacidad total que admite su vehículo. En un coche compacto, con cuatro de los 10 que se pueden montar, se cubrirían todas las necesidades diarias. Para los viajes, se podrían completar el total de los módulos en cualquier estación en cinco minutos. Cuando necesitan hacer un viaje por carretera, se colocarían los diez módulos en el vehículo en cinco minutos en una estación de intercambio Ample.
Esta idea no solo puede facilitar la integración, sino que también requiere un espacio más pequeño para quitar y almacenar módulos en el lugar en el que se instala la estación. También añade otra ventaja relacionada con la longevidad de los vehículos eléctricos. Los avances y mejoras en la química de las baterías pueden integrarse más fácilmente en estos módulos de la batería intercambiables y funcionar en paralelo con otras tecnologías anteriores en cualquier vehículo eléctrico compatible. De esta manera, tanto los fabricantes como los usuarios podrían disfrutar de la última tecnología de baterías sin necesidad de desarrollar un nuevo modelo o adquirir otro cada poco tiempo.
El gran problema: la estandarización
Para Ample, la mejor manera de resolver los problemas relacionados con el sistema de intercambio de batería es hacerlas modulares. Los fabricantes de automóviles no tienen que modificar el diseño de sus vehículos, solo tienen que dividir sus grandes baterías en módulos. Independientemente del vehículo, Ample puede agregar o quitar baterías modulares según la forma y el espacio disponible.
Además de Fisker, Ample ya está trabajando con otras empresas como Uber y Sally en el Área de la Bahía de California.
