China se ha situado como el país más avanzado en materia de electrificación. La nueva era eléctrica ha despertado al gigante dormido y hoy los chinos intentan extender sus tentáculos por todo el mundo. Regiones como Europa tienen muy complicado paralizar la expansión. La pueden ralentizar, pero en el caso de BYD es imparable. La compañía ya está ejecutando sus planes de conquista. Dentro de poco operarán en Europa como cualquier otra marca tradicional. Un país se convertirá en el centro neurálgico de la BYD en el continente y por muy increíble que parezca no será Alemania. El CEO de la compañía lo acaba de anunciar.
Wang Chuanfu es uno de los líderes más importantes de la industria del motor y a la vez uno de los más desconocidos. Pocas veces se deja ver en público, pero controla todas las operaciones de la empresa con la ayuda de su lugarteniente y cabeza visible, Stela Li. La vicepresidenta de la compañía tiene bajo su cargo casi a un millón de trabajadores. Una fuerza laboral con la que ninguna otra gran marca puede competir. A pesar de su tamaño, BYD ejecuta los cambios de forma rápida y precisa. Europa se ha convertido para BYD en una obsesión y cada vez es mayor la presencia con la que quiere contar. No sólo en ventas, sino en centros de desarrollo y venta.

Más peso para Hungría dentro de la estrategia europea de BYD
Ha sido el propio Chuanfu el que ha reconocido a todo el mundo que Hungría aspira a ser el mayor centro neurálgico de BYD fuera de China. El comunicado se ha hecho oficial este mismo jueves tras haberse reunido con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, en Budapest. Wang ha afirmado que el nuevo centro europeo creará 2.000 empleos y tendrá tres funciones: será un centro de ventas y servicios postventa, así como de pruebas y desarrollo de versiones localizadas de los modelos de la compañía. Es decir, todos los modelos de BYD que lleguen a Europa pasarán por Hungría para su fase de pruebas, validaciones y desarrollo.
Hungría ya había sido seleccionado como la base europea de BYD. Desde hace años, desde 2016, los chinos producen en el país sus vehículos industriales eléctricos. Principalmente autobuses eléctricos en la norteña localidad de Komaron. Hace más de un año que hicieron pública la construcción de su primera planta de coches. Estará operativa a finales de este año o principios del que viene tras ejecutar las obras en un tiempo mínimo. Orban se ha convertido en uno de los mayores aliados para la expansión de BYD en Europa. Si bien el acuerdo está sobre la mesa no se han expuesto las cifras del mismo. Se desconocen cuánto gastará BYD en el país, aunque es lógico suponer que las cifras son astronómicas.

Alemania siempre es la principal opción para las marcas chinas que quieren adentrarse en Europa. Se trata del mercado más importante del continente y el país que alberga las mejores compañías del sector. Hungría pronto estará acompañada por la segunda de las fábricas de BYD en Europa. Turquía albergará la segunda factoría de BYD en la región. Los turcos ocupan una privilegiada y estratégica posición entre oriente y occidente. Con la llegada de las nuevas fábricas, los de Shenzhen quieren acabar con los molestos y cuantiosos aranceles que tienen que pagar en Europa. Una vez inicien la producción en el Viejo Continente podrían reducir los precios de venta.