El dato de la vergüenza: 1 de cada 4 cargadores en España no funciona

España es de los países con la infraestructura de carga más escasa de Europa. A eso hay que añadir que un gran número de los cargadores instalados está fuera de servicio.

Solamente el 3,8% de los cargadores tienen una potencia superior a 150 kW.
Solamente el 3,8% de los cargadores tienen una potencia superior a 150 kW.
20/09/2023 11:30
Actualizado a 20/09/2023 11:30

No es ningún secreto que la infraestructura pública de recarga para vehículos eléctricos en España deja todavía mucho que desear. Dentro de la Unión Europea, nuestro país solamente aventaja a República Checa y Hungría en cuanto a infraestructura de recarga y, aunque va creciendo, lo hace a un ritmo más lento del deseado. Pero, además, existe otra problemática: los trámites burocráticos, que dejan fuera de servicio a una enorme cantidad de cargadores ya instalados.

En el segundo trimestre de 2023, la infraestructura de recarga de acceso público ha aumentado en 2.517 puntos (cargadores), según datos del Barómetro de Electromovilidad de ANFAC. Se trata del mayor crecimiento trimestral desde el primer trimestre de 2021. Sin embargo, sigue siendo un ritmo lento de crecimiento.

A fecha del segundo trimestre del año, en España hay 22.760 puntos de carga de acceso público para vehículos eléctricos. Pero existe un problema (dos, en realidad, como veremos más adelante) y es que la inmensa mayoría de los nuevos cargadores son lentos: el 73% tiene una potencia de 22 kW o inferior. En el cómputo de todos los instalados, los cargadores lentos representan el 78% del total.

Muy pocos son cargadores rápidos. En toda España solamente existen 875 cargadores con una potencia igual o superior a los 150 kW, apenas un 3,8% del total. Es importante tener una buena infraestructura de alta potencia (>150 kW), pues este tipo de cargadores son los que permiten hacer una carga cuantiosa en unos 15-25 minutos, dependiendo de la carga y del coche en cuestión.

Por encima de esta potencia (>250 kW), a la que ya pueden llegar algunos coches eléctricos, la experiencia de recarga se acerca a los tiempos de repostaje de un vehículo de combustión interna. La potencia media de carga se incrementará conforme lleguen al mercado nuevos modelos, pero eso no es todo.

Estación de cargadores rápidos y ultrarrápidos de Iberdrola en Elche, instalados por el Grupo Hemag.
Los trámites administrativos son el principal escollo para la apertura de puntos de alta potencia.

La infraestructura de carga de muy alta potencia será vital para los vehículos eléctricos pesados como camiones y autobuses, cuya demanda de potencia será mucho mayor. Actualmente, los camiones eléctricos de larga distancia ya pueden cargar a 350 kW y en cuestión de pocos años se introducirá el estándar MCS, capaz de cargar a más de 1 MW de potencia.

Sin embargo, en el segundo trimestre de 2023 solamente se han abierto al público siete puntos de recarga de más de 250 kW de potencia, uno de los menores crecimientos trimestrales en cuanto a cargadores de este tipo. Las dificultades administrativas, con interminables (y a veces absurdas) trabas burocráticas, que llevan asociadas estos proyectos son una de las barreras más importantes en la actualidad para aumentar su número. De hecho, tienen paralizados muchos proyectos. No en vano, hay un gran número de cargadores instalados que están fuera de servicio.

Según destaca el Barómetro de la Electromovilidad de ANFAC, en España hay actualmente 6.704 puntos de carga fuera de servicio, bien sea por encontrarse en mal estado o averiados o porque aún no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica. Esto supone que un 23% de la infraestructura de recarga instalada en España no está operativa, prácticamente uno de cada cuatro cargadores. Si todos estos puntos estuviesen operativos, en España habría 29.464 puntos de recarga de acceso público.

Expansión de la infraestructura a partir de 2026

Cabe recordar que la Comisión Europea aprobó el pasado mes de julio el Reglamento de Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFIR, por sus siglas en inglés), una normativa legal que regula el número de cargadores para vehículos eléctricos que deberán tener las principales carreteras europeas. Así pues, a partir de 2026, todos los países miembros de la Unión Europea deberán contar con cargadores rápidos (con 150 kW de potencia o más) cada 60 kilómetros de las carreteras principales.

Con el foco puesto en los vehículos eléctricos pesados, también se deberán instalar cargadores con una potencia mínima de 350 kW cada 60 kilómetros a lo largo de la red principal de la red transeuropea de transporte (RTE-T). Además, a partir de 2030 se deberán instalar puntos de repostaje de hidrógeno cada 200 kilómetros, que puedan servir tanto a turismos como a camiones.

Sobre la firma
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Diego Gutiérrez

Redactor y probador de Híbridos y Eléctricos, desde 2019 cubriendo la actualidad del sector de los vehículos eléctricos y la movilidad sostenible.