La tensión comercial entre Estados Unidos y Europa continúa después de que Donald Trump decidiera imponer unos aranceles iniciales a todos los productos extranjeros, pero que no habría servido para llegar a un acuerdo, que es lo que quiere el presidente de Norteamérica. Ahora amenaza con una subida de las tasas de importación para los países europeos en exclusiva.
Recordemos que su plan inicial fue aumentar las tasas a todo el mundo para provocar la necesidad de una negociación, y atraer más producción al territorio estadounidense. En el caso de los coches y sus componentes, los aranceles establecidos son del 25% de forma genérica. Lo que dice Trump es que está pensando a subírselos a la Unión Europea hasta el 50% a todos los productos a partir de este 1 de junio de 2025.
Una guerra comercial que no cesa

Eso, dice Trump, haría posible llegar a un entendimiento que de momento no ha sido posible. Lo que el presidente norteamericano opina es que Europa no ha tratado bien a Estados Unidos en los últimos años, y que tiene unas barreras comerciales a los productos norteamericanos que hacen que sus fabricantes acaben perjudicados.
Por tanto, una subida de los aranceles es lo que se necesita para romper esas barreras, o de lo contrario los fabricantes tendrán que montar fábricas en suelo norteamericano para poder sacar beneficio. En todo caso, una medida que de una manera u otra favorecerá al país liderado por Donald Trump.
Y el presidente cree que no será necesario para algunos el pago de esos nuevos aranceles, porque si la Unión Europea no termina cediendo, serán los fabricantes los que se instalen en Estados Unidos.
Europa tiene que tomar una decisión

Además del sector del automóvil, el tecnológico está especialmente vigilado por Trump en cualquier territorio extranjero, por ejemplo el apartado de teléfonos móviles Samsung y su rival Apple, procedentes en parte o en su totalidad de plantas de Asia.
De lo que pase ahora en adelante todavía no hay noticias, porque la Comisión Europea se está mostrando cautelosa respecto a la última amenaza de Donald Trump. Se sabe que Bruselas quiere denunciar los hechos ante la Organización Mundial del Comercio por ese 20% de subida general a todos los productos extranjeros, que para Europa podría ascender en breve al 50%.
La reacción de Europa, claro está, podría ser responder con medidas que afecten de igual manera o más a Estados Unidos a nivel comercial, aplicando más tasas a productos norteamericanos seleccionados como han hecho hasta ahora.
Eso, como alternativa a llegar a un acuerdo con Donald Trump, quien por el momento ha asegurado que no ha sido posible. Lo que si cree el presidente de Norteamérica es que, de una manera u otra, terminará ‘saliéndose con la suya’.