En un mercado saturado de SUV híbridos, algunos modelos pasan desapercibidos pese a ofrecer una eficiencia que rivaliza con la de los más populares. Ese es el caso del Mitsubishi ASX híbrido, un vehículo que combina diseño japonés con ingeniería francesa y que se fabrica en Valladolid, en la misma planta del Grupo Renault donde se produce el Renault Captur.
El acuerdo industrial entre Renault y Mitsubishi ha dado lugar a un modelo que comparte plataforma, motores y tecnologías, pero que se diferencia por sus acabados, variantes y el emblema que luce en el frontal. En la práctica, el ASX es un Captur con identidad propia, destinado a ampliar la rentabilidad de ambos fabricantes en el competido segmento B-SUV.
Un híbrido que convence en ciudad

La versión más destacada del Mitsubishi ASX es la híbrida convencional (HEV), que combina un nuevo motor de gasolina de 1,8 litros (antes 1,6 litros) con dos propulsores eléctricos, uno de ellos concebido únicamente como generador. Esta arquitectura se alimenta de una batería de 1,4 kWh (antes 1,2 kWh), lo que permite un consumo oficial de 4,7 litros a los 100 kilómetros en ciclo mixto WLTP. Lo curioso es que ahora rinde 160 CV, pero el consumo se mantiene tan bajo como cuando anunciaba 143 CV.
En todo caso, el ASX híbrido de Mitsubishi no busca tanto prestaciones deportivas como un equilibrio entre agilidad y bajo gasto de combustible. Se trata de una propuesta pensada para quienes aún no quieren o no pueden dar el salto al coche eléctrico puro, pero desean un vehículo con etiqueta ECO y un coste de uso reducido.
Diseño renovado y más tecnología

El Mitsubishi ASX recibió un restyling a mediados de 2024 que actualizó su frontal, algunos detalles estéticos y, sobre todo, su equipamiento tecnológico. El cuadro de instrumentación ahora puede ser de 7 o 10 pulgadas, y la pantalla central del sistema de infoentretenimiento crece hasta los 10,4 pulgadas, mejorando la experiencia digital frente a los 9,3 anteriores.
En cuanto a espacio, mide 4,23 metros de largo y ofrece un maletero de 305 litros en esta versión híbrida, una cifra algo ajustada pero suficiente para un uso urbano y familiar ligero de equipaje.
Producción española y precio competitivo
Que el Mitsubishi ASX se fabrique en Valladolid, al igual que el Mitsubishi Grandis, no es un dato menor. Supone mantener actividad industrial y empleo en España, al tiempo que refuerza la estrategia de producción compartida dentro de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Un ejemplo de cómo la cooperación entre marcas resulta clave para afrontar los costes de desarrollo en plena transición hacia la electrificación.
En el mercado español, el precio parte de 31.190 euros en el acabado Kaiteki, mientras que la versión Kaiteki+ asciende a 34.690 euros. No es la opción más barata del segmento, pero sí una de las más equilibradas en consumo y equipamiento.
Mientras los fabricantes europeos y asiáticos aceleran en la carrera hacia el coche eléctrico, propuestas como el Mitsubishi ASX híbrido actúan como puente tecnológico. Permiten a los conductores reducir consumos y emisiones sin depender todavía de una infraestructura de recarga que en España sigue siendo limitada.
En definitiva, el Mitsubishi ASX híbrido demuestra que, en ocasiones, los modelos que permanecen en un segundo plano ofrecen un valor tan alto como los más mediáticos: eficiencia, practicidad y, además, sello de producción española.