¿Está el diésel herido de muerte? Este informe habla sobre el destino del que fue el combustible preferido de los conductores durante años

En apenas una década, el número de coches diésel en el mercado se ha desplomado. En este informe se analiza qué ha pasado y si hay alguna posibilidad de resurrección.

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Cox Automotive ha analizado la decadencia del gasóleo y el tiempo que le queda en la industria del automóvil.
19/09/2025 13:00
Actualizado a 19/09/2025 13:00

El diésel, durante años sinónimo de autonomía y ahorro, vive horas bajas en Europa y otras partes del mundo. En 2015 se ofrecían 240 modelos con este tipo de motores; en 2025 apenas quedan 91, un tercio de los que había hace diez años y 27 menos que en 2024. La caída coincide con el desplome de sus ventas: de representar más de la mitad del mercado han pasado a volúmentes escuetos, como por ejemplo refleja el 6 % del Reino Unido en 2024, con previsiones de apenas un 5 % en 2025, según el informe de Cox Automotive.

Este retroceso no significa que los diésel hayan desaparecido del todo. La limitada oferta de nuevos modelos y la demanda estable en determinados segmentos han mantenido valores en el mercado sorprendentes, especialmente en todoterrenos y SUV prémium. Modelos como el Ford Kuga, el Range Rover Evoque, el Mercedes-Benz Clase A o el Volkswagen Golf diésel conservan alrededor del 51 % de su precio original tras dos a cuatro años, cifras cercanas a las de los vehículos híbridos y de gasolina, y muy superiores a las de muchos eléctricos. En España, por ejemplo, 6 de cada 10 coches en circulación se alimentan de gasóleo.

Más que “Dieselgate”

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Hay diversos factores que han dañado la reputación del gasóleo.

El escándalo de emisiones de Volkswagen en 2015 dañó gravemente la imagen del diésel, pero los expertos señalan que hay factores más amplios. Durante años, el mercado se saturó con diésel en segmentos donde no tenía sentido, como utilitarios urbanos, y con un sobreprecio de entre un 5 y un 10% respecto al equivalente de gasolina. Además, la presión política y social a favor de la electrificación convirtió “diésel” en una palabra incómoda.

Las mecánicas híbridas de gasolina son otro golpe decisivo. Con un coste similar al diésel, ofrecen entre un 25 y un 30% menos de CO2 frente al 10-15% de reducción típica del gasóleo, y sin las complejidades de AdBlue o de sistemas anticontaminación que funcionan peor en recorridos cortos. Incluso los intentos de mezclar diésel con tecnología híbrida, como el Mercedes-Benz Clase E 300 híbrido enchufable, no terminan de cuajar en el mercado.

El horizonte: 2035

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Según el informe, la extinción del diésel está cerca.

El Gobierno británico y la Comisión Europea ha fijado 2035 como fecha límite para la venta de coches nuevos con motor de combustión, aunque se ha reculado ya en otras ocasiones y los líderes políticos están a punto de volver a ceder ante las presiones de los fabricantes. Cox Automotive prevé que el diésel se extinga en el mercado de vehículos nuevos antes de 2035, cayendo al 2% de cuota en 2028. Después, con la llegada masiva de los híbridos y los eléctricos, muchos procedentes de fabricantes chinos, mantener una línea de producción diésel para volúmenes tan pequeños podría dejar de ser rentable.

En el mercado de ocasión, sin embargo, la escasez de modelos nuevos podría impulsar aún más los precios. “La oferta de automóviles diésel seminuevos será cada vez menor; quien tenga uno podrá pedir una prima por él”, explican analistas del sector. Todo dependerá de la legislación: nuevas tasas, zonas de bajas emisiones y restricciones urbanas podrían acelerar la salida del diésel, sobre todo de los modelos previos a 2018 con sistemas anticontaminación menos eficaces.

¿Adiós definitivo?

Los expertos coinciden: en coches y furgonetas ligeras el diésel está en retirada, aunque seguirá presente en vehículos pesados hasta que el hidrógeno o tecnologías equivalentes sean viables. El “surtidor negro” no ha muerto del todo, pero su futuro es cada vez más estrecho y su supervivencia dependerá tanto de la regulación como de la decisión de los conductores.