La situación del mercado europeo es muy compleja. Desde Bruselas apuntan en una dirección que las marcas tienen que cumplir, pero el mercado parece haber tomado un rumbo totalmente diferente. Cada vez son más las señales que indican que Europa tomará cartas en el asunto para salvar la situación y evitar que las marcas chinas conquisten el mercado. Hasta que eso ocurra, hasta que tengamos una hoja de ruta clara, las marcas siguen cambiando sus planes sobre la marcha. Opel quería convertirse en una compañía 100% eléctrica en 2028, pero su máximo responsable ya ha dejado claro que eso no va a ocurrir.
La decisión de hacer de Opel una marca exclusivamente de coches eléctricos se tomó en un momento en el que el coche eléctrico parecía ser la solución perfecta para dirigir a Europa a una época libre de emisiones. Sin embargo, el tiempo no ha sido indulgente con los coches impulsados por baterías. Las ventas siguen muy por debajo de las estimaciones marcadas y nada hace pensar que vayan a dispararse repentinamente. El año está siendo mucho mejor de lo esperado, pero aún así las compañías tienen que tomar duras decisiones para no desaparecer.

No renuncia a 2035, pero la solución multienergía es ahora clave
Opel fue una de las grandes en Europa, pero desde su entrada en el Grupo Stellantis su protagonismo se ha diluido. Desde junio de 2022 Florian Huettl dirige la compañía a través de esta particular odisea por el desierto. Ahora, Huettl ha concedido una entrevista a un conocido medio alemán en la que ha hablado sobre los planes actuales de la empresa. “Hemos visto que el crecimiento de la movilidad eléctrica en Europa durante los últimos dos años ha evolucionado de forma diferente a la prevista, es decir, mucho más estable". Es aquí donde se demuestra que Opel y todas las compañías dependen ahora más que nunca de una “estrategia multienergía”.
“Estamos en condiciones de ofrecer nuestros motores híbridos más allá de 2028, si la demanda persiste. Y como saben, el ritmo de la electrificación varía considerablemente en Europa”, ha declarado Huettl. A pesar de estas afirmaciones, el CEO de Opel asegura no desviarse ni un centímetro de la agenda de 2035. "Rotundamente no". La tendencia hacia los coches eléctricos continúa, aunque a un ritmo algo más lento de lo previsto. "Vemos que los clientes, que una vez se cambian, se quedan con los coches eléctricos para siempre". El problema es que den ese primer paso.

A pesar de que Opel revisa constantemente su agenda “por responsabilidad con nuestros empleados y concesionarios”, tal y como reconoce Huettl, la fábrica de Stellantis de Poissy, en Francia, cerrará tres de las cuatro semanas del mes de octubre ante la baja demanda de productos (fuente: Reuters). La planta se encarga de la producción del DS3 y del Opel Mokka, una de las piezas fundamentales de Opel a lo largo de la última década. Las condiciones del mercado europeo son cada vez más preocupantes y Europa debe tomar cartas en el asunto. Cada vez son más los que aseguran que la normativa de 2035 se revisará a finales de este año y no a mediados del que viene como estaba programado.