Hasta un 23% menos: un organismo oficial anuncia las autonomías reales de cinco coches eléctricos

Las pruebas independientes de la Australian Automobile Association (AAA) demuestran que todos los EV tienen menos autonomía de la homologada.

autonomia coches eléctricos
El BYD Atto 3 es el que peores resultados ha obtenido.
13/08/2025 07:30
Actualizado a 13/08/2025 07:30

Desde siempre, los ciclos de homologación han tendido a ser poco precisos. Pasaba en el Europa con el NEDC, que fue reemplazado por el WLTP para ofrecer cifras de consumo más realistas, mientras que el China el CLTC es, como mínimo, bastante optimista. Esto, cuando se trata de coches eléctricos da como resultado autonomías sobre el papel que poco o nada tienen que ver con la realidad.

La Australian Automobile Association (AAA) ha querido solventar el problema y ha comenzado su propio programa de pruebas en condiciones reales, para poder dar a los conductores australianos datos que sean más realistas y que, así, puedan decidir con más información si se decantan por uno u otro modelo.

Smart #3 2024 Lateral
El Smart #3 es el que menos diferencia presenta con la homologación.

Todos tienen menos autonomía de la anunciada

En esta nueva entrega de las pruebas han participado cinco modelos distintos: Tesla Model 3, BYD Atto 3, Tesla Model Y, Kia EV6 y Smart #3. El resultado no sorprende: todos y cada uno de ellos registraron una autonomía en condiciones reales inferior a la declarada en laboratorio, aunque el descenso es bastante variado, oscilando entre el 5 % y el 23 % dependiendo del modelo.

Yendo de mejor a peor resultado, el que mejor parado ha salido del test ha sido el Smart. Sobre el papel anuncia una autonomía de 455 km, pero en las pruebas consiguió recorrer 432 km, así que la diferencia es de solo el 5 %. En el segundo puesto hay un empate. Por un lado está el Kia EV6, que de los 528 km oficiales llegó a alcanzar los 484 km, un descenso del 8 %. El mismo porcentaje de bajada ha registrado el Tesla Model Y, que de 533 km anunciados se quedó en 490 km.

Por detrás se encuentra el Tesla Model 3, que, de 513 km homologados, solo pudo recorrer 441 km, bajando un 14 %. Sin embargo, el peor parado fue el BYD Atto3, puesto que anticipa 480 km de autonomía, pero solo pudo rodar 369 km, es decir, un 23 % menos, casi una cuarta parte de su autonomía declarada.

Estos resultados se deben, principalmente, a que los vehículos analizados tienen un consumo energético superior al declarado, por lo que batería se agota antes. Sin embargo, entre todos ellos hay uno que ha conseguido menos autonomía real de la anunciada pese a que su consumo en la calle ha sido menor del de laboratorio. Es el caso del Model Y, que sobre el papel consume 16,9 kWh/100 km, pero que en las pruebas se quedó en 16,7. Pese a ello, logró una menor autonomía.

Tras él, el mejor resultado ha sudo el del EV6, aumentando el consumo un 1 % al pasar de 16,5 kWh/100 km a 16,6, le sigue el Smart, que pasa de 16,3 a 17 kWh/100 km (+4 %), después va el Model 3, que sube de 13,2 a 14 kWh/100 km (+ 6 %), y, de nuevo, en última posición se sitúa el BYD, que de los 14,9 kWh/100 km anunciados, en realidad registra 18, una subida del 21 %.

Tesla Model Y
El consumo real del Tesla Model Y fue inferior al homologado.

Pruebas que quieren ayudar a los conductores

El director general de AAA, Michael Bradley, ha declarado: “A medida que más vehículos eléctricos se incorporan a nuestro mercado, nuestras pruebas ayudarán a los consumidores a comprender qué nuevos competidores ofrecen la misma autonomía de batería. Nuestro programa brindará confianza a las flotas y familias australianas que buscan comprar un vehículo eléctrico”. Lanzado en 2023, el Programa de Pruebas en el Mundo Real ya ha analizado 114 coches con distintos tipos de sistemas de combustión y la conclusión es clara: los consumidores no siempre pueden confiar en las pruebas de laboratorio llevadas a cabo por los fabricantes.

Su modus operandi es sencillo: prueba vehículos en un circuito de 93 km, utilizando los protocolos de prueba basados en la normativa europea y midiendo la autonomía de los vehículos eléctricos cuantificando tanto la energía necesaria para circular por la ruta de prueba como la energía necesaria para recargar la batería completamente descargada de cada vehículo, así como el consumo de energía de cada vehículo.