La IA recorta costes: gracias a ella, Porsche se ha ahorrado 120 mulas de desarrollo para poner a punto el Cayenne Electric

La marca alemana afirma haber acortado el proceso de desarrollo del SUV eléctrico un 20 % gracias a la Inteligencia Artificial y las simulaciones.

Porsche Cayenne
El Porsche Cayenne se ha sometido a pruebas extremas.
21/09/2025 09:00
Actualizado a 21/09/2025 09:00

El proceso de creación y desarrollo de un coche es extremadamente complejo y caro. Desde que se concibe por primera vez un vehículo hasta que empieza su fabricación en serie se invierten incontables horas de trabajo y de recursos, por lo que ahorrar en cualquier parte del proceso es de gran ayuda para los fabricantes. Porsche ha encontrado un aliado indispensable para esta tarea: la Inteligencia Artificial.

La marca alemana ha compartido datos del desarrollo del esperado Porsche Cayenne Electric y ha señalado que es el primer vehículo en el que la IA ha jugado un papel clave, acelerando todo el proceso y permitiendo ahorrar muchos pasos intermedios. Michael Steiner, Vicepresidente y miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Investigación y Desarrollo., asegura que “este proyecto fue el primero en el que pasamos directamente de las pruebas digitales de vehículo completo a la producción preserie”, lo que se ha traducido en que la fase de pruebas con prototipos artesanales, en la que se habría tenido que fabricar 120 unidades para pruebas, no ha sido necesaria, ya que  han sido reemplazados por equivalentes digitales.

Porsche Cayenne 1
Porsche se ha ahorrado 120 coches.

Pruebas digitales, el modo de ahorrar costes

La compañía alemana señala que gracias a la simulación y la inteligencia artificial las pruebas de vehículos se han acortado de manera considerable. Gracias al avance de la tecnología se ha podido evolucionar a un escenario en el que os coches directamente se prueban en un entorno digital. Gracias a ello, dado que no se han fabricado de manera física, se pueden realizar cambios de manera sencilla y hacer pruebas con variaciones de los componentes para evaluar su rendimiento. Una vez se da con las combinaciones que se consideran más óptimas, sí que se verifican sus resultados con test en banco de pruebas reales.

Dado que en un desarrollo de este tipo las pruebas de resistencia a las que se someten a los coches son de más de 150.000 km, introducir las pruebas digitales para combinarlas con las que se llevan a cabo en condiciones reales hace que todo el proceso sea más rápido y eficiente. Porsche concreta que, en el caso del Cayenne Electric, todo el desarrollo se acortó en un 20 %.

Antes del entorno real, un banco de pruebas de última generación

Aunque las pruebas finales se realizan siempre en entornos reales, la marca alemana somete al vehículo a unos test intermedios realizados en un banco de pruebas muy avanzado. En él se realizan las primeras comprobaciones físicas de los distintos componentes (sistemas de propulsión, batería, gestión de energía y carga) gracias a que dispone de cuatro motores síncronos que se pueden programar para simular con precisión condiciones muy diferentes que se pueden encontrar los conductores en la carretera.

Porsche Cayenne 2
También se han puesto a prueba sus capacidades off-road.

 “Las máquinas son tan sofisticadas que incluso podemos visualizar diferentes superficies de asfalto o el deslizamiento de los neumáticos”, explica Marcus Junige, ingeniero de la compañía, quien añade: “Nuestros programas de pruebas son únicos en cuanto a sus requisitos. En cualquier condición, el vehículo debe entregar siempre la máxima potencia en cuanto el conductor la exige”.

Para ello disponen incluso de una simulación de lo que es llevar el coche al límite en una vuelta en el circuito de Nürburgring Nordschleife. El prototipo virtual proporciona la información y todos los impulsos de éste se introducen en el banco de pruebas en tiempo real. Después, en cada punto de la vuelta al trazado, se comparan los valores medidos en el banco de pruebas con los calculados previamente para el gemelo digital. El resultado es que la simulación es tan precisa que apenas surgen desviaciones que tengan que subsanarse después de conseguir los resultados de las pruebas físicas.