No es ningún secreto que las marcas se espían y copian entre sí. Es lago habitual y asumido por todas las partes implicadas. Como suele decirse se copia lo bueno y no lo malo, así que, hasta cierto punto, que alguien te imite es buena señal. Las marcas tratan de replicar los éxitos de sus rivales. Lo vemos ahora y lo hemos visto muchas veces a lo largo de la historia. Cuando algo funciona todos los fabricantes acuden en masa para hacerse con un trozo del jugoso pastel. No hay más que echar un rápido vistazo a la calle para comprobar cuántos SUV inundan las plazas de aparcamiento.
Sin embargo, hay unos pocos coches en el mundo que son imposibles de copiar. O al menos nadie lo ha intentado hasta la fecha. Son coches selectos, tocados por una varita mágica. El Mercedes Clase G es uno de ellos. Su fórmula es irrepetible. Muchos han tratado de replicar su receta, pero ninguno ha dado con la clave. Mercedes lleva ostentando su poder durante muchas décadas sin que nada ni nadie haya osado perturbarlo. Ahora, según dicta un informe publicado por Automotive News Europe, BMW está trabajando en su propia versión. ¿Locura o genialidad?

El Clase G es una institución, un coche que no tiene rival similar a la vista
Hablar del Clase G es hablar de uno de los coches más míticos de la historia. Un modelo que se ha convertido en una marca en sí misma. Creado para el campo de batalla, el G Wagon no tardó en cruzar el río y adentrarse en el campo comercial. Su éxito ha perdurado a lo largo de los años. A pesar de su tamaño, su ridículo precio y sus no buenas cualidades sobre el asfalto, Mercedes vende todos y cada uno de los Clase G que produce. Hay peleas por comprar uno. La lista de espera es larga y exclusiva. De hecho, la opción más demandada es la más potente y ridícula de todas, el AMG G 63 de 585 caballos.
La versión eléctrica no ha tenido buena acogida. Apenas se han vendido un puñado de unidades, pero han servido para demostrar que al G le quedan muchos años de vida por delante. Durante todo este tiempo nadie ha osado a plantarle cara y aquél que lo ha hecho se ha vuelto a casa con el rabo entre las piernas. Según citan las fuentes, BMW está trabajando en su propia versión sobre la estructura de un BMW X5. Los detalles preliminares son escasos. Ni hay bocetos, ni hay especificaciones y tampoco fechas o plazos de lanzamiento.

A pesar de su pasaporte alemán y de la poca distancia que separa sus sedes, Mercedes y BMW han crecido en constante rivalidad. Los de Stuttgart (Mercedes) cuentan con algunos de los coches más ilustres de la historia del motor. Fabrican desde el Clase G hasta superdeportivos híbridos pasando por camiones de última generación. BMW siempre ha estado más centrada en el área de los turismos. De sus oficinas de Múnich han surgido algunos nombres ilustres como toda la familia M. Este nuevo enfoque resulta algo extraño. Después de tantos años de existencia del Clase G se antoja raro que BMW haya decidido sacar una versión alternativa. Con el tiempo lo sabremos.