Allá por mediados de la década pasada, Elon Musk anunció a bombo y platillo que pronto iba a ser posible viajar de costa a costa de los Estados Unidos de forma 100% autónoma gracias a la tecnología de sus coches. Durante muchos años los sistemas FSD (Full Self Driving) y Autopilot han sido fuente de mucha controversia. Amados por los seguidores de la marca y criticados por las autoridades, los asistentes a la conducción que Tesla dice tener son en realidad ayudas a la conducción que no libran al conductor de prestar atención a la carretera. Dos influencers americanos han querido replicar la promesa de Musk con funestas consecuencias.
En un principio todo parecía estar organizado. El protagonista de esta particular historia es Justin Demaree, protagonista de Bearded Tesla Guy, un perfil de YouTube con pocos seguidores especializado en los productos de Tesla. Como propietario de un Model Y de última generación cargado con la última versión del sistema FSD, tenía un objetivo en mente. Viajar desde San Diego en California hasta Jacksonville en Florida. Lo que se conoce popularmente como un viaje de costa a costa (de oeste a este). Ante sí 3.800 kilómetros y más de 33 horas de conducción acompañado de un amigo.

Fuerte impacto frontal con catastróficas consecuencias
Con el programador activado el objetivo era no intervenir en la conducción durante ninguno de esos kilómetros, a excepción de las paradas necesarias para recargar. Sin embargo, el viaje no fue tan largo como ellos esperaban. Apenas 100 kilómetros después de salir de casa el Model Y sufrió un considerable impacto por culpa del FSD. El sistema de asistencia a la conducción no detectó un objeto en la carretera e impactó contra él provocando daños catastróficos en el vehículo. No habían salido ni del estado de California.
Aunque intentaron seguir adelante con el plan, los protagonistas de esta historia pronto se dieron cuenta que el objetivo era imposible. No tuvieron más remedio que parar en el arcén y esperar a una grúa que llevara el coche directamente a un taller oficial de Tesla. A los pocos días es cuando llega la segunda parte de esta funesta historia. El servicio técnico remite a Demaree una factura por valor de 22.275 dólares incluyendo piezas (18.248 dólares), mano de obra (2.440 dólares) e impuestos (1.587 dólares).

¿Qué es lo que le pasó al Tesla Model Y? Un rápido vistazo tras subirlo al elevador detectó la rotura de algunos plásticos de los bajos del vehículo y la rotura de una de uno de los soportes de la barra estabilizadora delantera. Sin embargo, lo peor de todo es que la batería ha resultado dramáticamente dañada. Tanto que no tiene reparación. Es necesario sustituir por completo la batería y de ahí el elevado precio de la factura recibida por parte del servicio técnico de Tesla. Todo ello por intentar hacer caso a las promesas de Elon Musk, que ya ha sido alertado por las autoridades por su mal uso del término conducción autónoma.