Tesla vuelve a estar en el foco de los reguladores por un elemento que para muchos era solo cuestión de estética: los tiradores electrónicos de sus puertas. El problema, detectado en algunas unidades del Model Y 2021, ha llevado a la Oficina de Investigación de Defectos (ODI) de la agencia federal estadounidense NHTSA a abrir una evaluación preliminar que abarca aproximadamente 174.290 vehículos.
La investigación de la NHTSA se centra en fallos que hacen que los tiradores exteriores queden inoperativos cuando la tensión del sistema de 12 V es insuficiente, lo que impide la apertura desde fuera y, en algunos casos, el acceso a ocupantes en el interior.

Un expediente, varias denuncias
Según el expediente público de la NHTSA, la decisión de abrir la investigación se tomó tras nueve reportes en los que propietarios describen no poder reabrir puertas después de detener el vehículo; en cuatro de esos incidentes los adultos acabaron rompiendo una ventanilla para acceder al interior, normalmente para liberar a menores.
La ODI subraya además que, aunque los vehículos disponen de liberadores manuales interiores, estos pueden no ser accesibles o manejables para niños o para personas en situaciones de estrés. Según Reuters, la NHTSA ha indicado que muchas de las averías aparentan producirse cuando la batería de 12 V no suministra voltaje suficiente a los cierres electrónicos.
El asunto no surge de la nada: en la base de datos de la NHTSA hay más de 140 quejas vinculadas a problemas con puertas (tiradores que no responden, que se quedan retráctiles o que fallan) desde 2018, un volumen que ha encendido las alarmas regulatorias. Frente a este escenario, Tesla ha anunciado que trabaja en un rediseño de los brazos y mecanismos de apertura para combinar, en un mismo actuador, la liberación eléctrica y un sistema manual más accesible e intuitivo en situaciones de emergencia. La información proviene de declaraciones públicas de responsables de diseño y fuentes que han seguido la investigación.

Para un fabricante que puso su sello en puertas integradas y superficies lisas, la discusión es una cuestión técnica: la apuesta por cerraduras y tiradores retráctiles persigue reducir rozamiento aerodinámico y lograr una estética homogénea, pero introduce una dependencia mayor de la electrónica y del suministro de baja tensión.
En términos concretos, los tiradores eléctricos funcionan con alimentación del sistema de 12 V; si esta falla, por descarga, avería de la batería auxiliar o corte tras un choque, el mecanismo puede no disponer de la energía necesaria para moverse o desbloquear. La NHTSA ha mostrado especial interés en evaluar cómo Tesla gestiona la redundancia y la accesibilidad en estos supuestos.
Desde la perspectiva de la seguridad, los puntos clave son tres: primero, la posibilidad de que un fallo eléctrico convierta una simple maniobra cotidiana en una situación de emergencia. En segundo lugar, la dificultad práctica de que un menor o una persona vulnerable accione liberadores interiores. Por último, la necesidad de que los equipos de rescate y los propios usuarios dispongan de procedimientos claros y efectivos para reabrir puertas sin destruir la carrocería.
Expertos en seguridad y técnicos consultados por medios internacionales remarcan que cualquier diseño que dependa de una única fuente de energía para funciones críticas debe incorporar alternativas mecánicas fáciles de operar.

Franz von Holzhausen, jefe de diseño de Tesla, confirmó a Bloomberg que ya trabajan en la solución. En varios comunicados y entrevistas afirma que el rediseño buscará integrar mejor los mandos eléctricos y manuales, haciendo más intuitivo y rápido el acceso en “situaciones de pánico”.
La compañía ha defendido históricamente la existencia de procedimientos para restaurar alimentación externa a los cierres (aplicando 12V en puntos accesibles), pero la NHTSA y algunas asociaciones de consumidores han puesto en duda la viabilidad de esas soluciones para usuarios medios. La filial legal y los departamentos técnicos de Tesla estudian asimismo cómo desplegar la corrección en vehículos ya entregados (siempre que la investigación y una eventual campaña de servicio lo determinen) y cómo mejorar la comunicación al cliente sobre medidas preventivas
Algunos países, como China, han planteado restricciones o revisiones normativas sobre tiradores totalmente ocultos o retráctiles, y la presión internacional por revisiones técnicas podría derivar en requisitos mínimos de accesibilidad para puertas en caso de fallo eléctrico. Además, el episodio alimenta el debate sobre cómo deben armonizarse innovación de diseño y criterios elementales de seguridad funcional en vehículos cada vez más dependientes de la electrónica.