Mazda quiere y necesita más coches eléctricos en su gama. Como bien es conocido, la marca japonesa ha dado recientemente un golpe sobre la mesa en términos de lanzamiento de vehículos ‘cero emisiones’. En esta última oleada primero llegó el Mazda 6e, un sedán eléctrico que ya se puede comprar en España, y después fue desvelado el EZ-60, un SUV que estará asociado a mecánicas tanto eléctricas como híbridas enchufables.
Buena parte de estos logros se debe a su asociación con Changan, en China, para incrementar su gama de coches eléctricos y la presencia en el país asiático. No obstante, esta no ha sido la única unión que se ha dado a conocer. Concretamente, debido a la cercanía con Changan y toda su cúpula, Mazda ha firmado ahora una alianza con CATL, el mayor fabricante de baterías para coches eléctricos del mundo.

CATL y Mazda desarrollarán nuevos y avanzados coches eléctricos
La intención principal para esta nueva aventura conjunta entre China y Japón se llevará a cabo para desarrollar los vehículos eléctricos de próxima generación de Mazda. Estos, además de una alta tecnología, se cimentarán en la revolucionaria plataforma CIIC (Cell To Chassis) de CATL.
Esta plataforma fue presentada oficialmente el pasado año y es totalmente revolucionaria. Concretamente, es un sistema de chasis que basa su arquitectura en dos secciones: superior e inferior de la carrocería. Gracias a esto le permite incorporar subsistemas modulares e interfaces estandarizadas. Del mismo modo, al ser una plataforma flexible en cuando a la adopción de hardware y software, cada marca podrá equiparla con sus propios modelos de desarrollo y adaptarla así a sus propios requisitos.
Gracias a la unión entre CATL y Mazda, la compañía japonesa espera así reducir los plazos de desarrollo de su futura gama de coches eléctricos, principalmente para un mercado tan rápido y cambiante como es el de China. A la firma del acuerdo acudió toda la cúpula de las respectivas compañías (Mazda, Changan y CATL).

Tras la firma, los directivos de todas las empresas confirmaron que, con esta unión, esperan ampliar su cooperación desarrollando nuevas tecnologías de vehículos eléctricos de nueva generación. El objetivo principal es tener más coches eléctricos en su gama y poder así crecer en el sector de los modelos ‘cero emisiones’ y que cumplan con los estándares de seguridad, rendimiento y fiabilidad de todos los mercados internacionales.
Actualmente, Mazda está creciendo notablemente en China y también busca hacer lo propio en Europa. Para los próximos años, la compañía se ha comprometido a invertir 1.370 millones de dólares para poder duplicar la producción de su gama y alcanzar así las 300.000 matriculaciones anuales para el año 2027. De este total, el 90% pertenecerán a vehículos híbridos enchufables o 100% eléctricos.
Además de los ya mencionados Mazda 6e y EZ-60, la compañía espera incorporar otros dos modelos eléctricos adicionales en China para el año 2027. Estos podrían estar desarrollados de la mano de CATL y, al igual que ha pasado con su sedán eléctrico, terminar llegando a Europa sólo unos meses más tarde.